El exitoso regreso del Salmón

Andrés Calamaro volvió a la Argentina para mostrar su talento en el marco de la gira Licencia para cantar, haciendo vibrar el Gran Rex

Andrés Calamaro volvió al país para presentar sus shows en “la ciudad de la furia”. Pero esta vez no se trató de multitudinarios espectáculos; por el contrario, la cita fue en plena Avenida Corrientes, donde no hubo pogo pero sí una invitación al goce  de la música. 

En el marco de su gira Licencia para cantar, Calamaro presentó Romaphonic Sessions, su anteúltimo disco (editó Volumen 11 días atrás, pero no tocará ningún tema de ese trabajo), donde se animó a un formato diferente con la compañía de Germán Wiedemer en el piano, Antonio Miguel en el contrabajo y Martín Bruhn en la percusión. 

Ante un teatro Gran Rex colmado, Calamaro empezó una seguidilla implacable de temas: La libertad, Bohemio, Ok perdón, Soy tuyo, Tuyo siempre, El tercio de los sueños y ¿Quién asó la manteca?

El cantante y su banda también tuvieron tiempo para homenajear a otros intérpretes, como Chico Novarro.

En esta presentación, el Salmón hizo lo que realmente tenía ganas. El público argentino, siempre tan pasional, quedó relegado a un segundo plano, porque las interpretaciones de los temas no respetaban las versiones en los discos, atractivo que motivó que los asistentes quedaran embelesados escuchando al cantante.

Los cuatro shows que el músico afincado en España vino a dar al país seguramente sean los últimos de este estilo. Como marca su inquieta naturaleza, lo más probable es que Calamaro mute hacia algo nuevo para presentar su último material discográfico.

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