El heredero de Roger Waters visitará La Plata

Harry, el hijo del mítico músico de Pink Floyd, se presentará en la ciudad el próximo viernes con un show que estuvo preparando y “afilando” durante los últimos dos años

Para todos los fanáticos de las composiciones de la histórica banda británica Pink Floyd, The Wall es un álbum con un peso inmenso, ya que se transformó en una de las películas animadas con las metáforas políticas mejor logradas, y dentro del cual se encuentra el tema Goodbye blue sky con un recordado prólogo en el que un pequeño niño le señala a su madre los aviones sobrevolando el cielo, con un tono cargado de inocencia. 

Ese pequeño era el hijo de Roger Waters, que hoy tiene cuarenta años y sobre esa experiencia de la infancia expresó: “Era chico y me grabaron leyendo algunas líneas. La memoria es medio confusa, pero recuerdo haberlo hecho”. Harry Waters, quien acompañó a su padre varias veces durante sus giras de The Wall, recientemente se presentó en el Desert Trip junto al ex-Pink Floyd y al respecto dijo que “fue muy divertido”.

El próximo viernes 3 de marzo, a las nueve de la noche, se presentará en el Teatro Bar de La Plata junto al músico Larry McNally, guitarrista y compositor que trabajó con artistas como Rod Stewart, Joe Cocker  y The Eagles.

Como no podía ser de otra manera, a Harry no le fue posible escaparle al placer por la música, ya que su padre es quizás uno de los referentes más trascendentes del siglo pasado. De todas maneras, no parece que su inicio haya sido por mandato, sino más bien por elección propia, pues ya de chico se despertó su interés. “El primer disco que escuché fue Pet sounds, de los Beach Boys”, afirmó Harry Waters y enseguida agregó que “tenía siete años y me voló la cabeza”. El álbum de 1966 cuenta con grandes canciones como Wouldn’t it be nice y God only knows.

—¿Cómo y bajo qué circunstancias te iniciaste en la música?

—Comencé en bandas en la escuela, y ahí le tomé el gusto a tocar en vivo. Cuando tenía 19 años me uní a dos agrupaciones que tocaban covers: Boot Led Zeppelin y The Cosmic Charlies. Me fui de gira con ellos por tres o cuatro años, viaje que dio un buen punto de partida al comienzo de mi carrera.

—¿Cuándo empezaste a tocar el piano?

—Empecé a practicar a los 8 años. Tuve lecciones con un maestro local por algún tiempo, y cuando fui a una nueva escuela, el profesor que había era increíble y me introdujo al ragtime & blues. Ahí es cuando empecé a disfrutar tocar.

—¿Cómo describirías lo que hacés a los que nunca te escucharon?

—Toco un montón de estilos musicales: jazz, rock, clásica, funk, soul, country, entre otros. McNally-Waters reúne todas esas influencias.

—¿Cómo se preparan para el show del próximo 3 de marzo?

—Larry (McNally), mi compañero, y yo estuvimos afilando las canciones durante los últimos dos años. Estoy seguro de que los que vengan a vernos van a disfrutar de un buen momento.

—¿Cómo te sentís en la Argentina?

—Siempre amé venir a Buenos Aires, tengo amigos y la paso muy bien.

Piazzolla de exportación

En el mundo de la música, Astor Piazzolla es considerado uno de los revolucionarios. Para los argentinos, forma parte de una identidad, ya que inevitablemente, más allá de los gustos o no, el tango está en la esencia nacional.

—¿Cómo llegaste a tocar junto a Piazzolla?

—En el año 2010, una banda argentina encabezada por mi amigo Ignacio Oroná lo contactó durante una gira europea para tentarlo y poder tocar juntos. Yo no había tocado tango en mi vida, y cuando los escuché, me di cuenta que conocía Libertango de algún momento de mi vida, me encantó y surgió la idea de grabar dos temas en conjunto, aunque confieso que no tengo ningún álbum del género en mi casa. 

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