“El hombre es un analfabeto emocional”

En diálogo con este medio, la comediante Soledad Macchi se refirió al argumento de su unipersonal humorístico, en el que se explaya sobre las relaciones amorosas después de los 30. Además habló de su próximo show en La Plata

Soledad Macchi siempre se sintió atraída por el humor, pero nunca pensó en dedicarse profesionalmente a la actuación. Recién separada y siendo responsable de Mía, su hijita, la rubia dividía sus jornadas entre su trabajo en un banco y las obligaciones hogareñas. 

Un día cualquiera, grabó un video en el que interpretó un ácido monólogo de humor, utilizando un vocabulario vulgar y luciendo un atuendo sexy. Lo que nunca imaginó fue que la producción casera se viralizaría y sería un éxito rotundo en las redes sociales. 

En este contexto, la intérprete ideó y le dio forma a TAMANIJA, su primer unipersonal. Durante una charla con este medio, Sole se refirió a su incipiente carrera artística. Además, adelantó los detalles de su show en La Plata, el próximo sábado a las 21, en 43 entre 7 y 8.

—Dejaste todo para lanzarte como humorista, ¿no te da miedo que el éxito se termine?

—Trabajo desde los 17 años, no tengo espalda, es decir, mis viejos no son gente de plata. Así que, al principio, me dio miedo. Pero, si esto no funciona, vuelvo a trabajar. No me hago demasiado problema porque ya cumplí mi sueño.

—¿Cuáles son las situaciones cotidianas que te inspiran?

—Circunstancias que les pasan a las mujeres. Estuve muchos años en pareja, me separé y conocí a un tipo de los de hoy en día, me refiero a aquellos que no quieren compromiso. Volqué todo esto en un video, donde utilizo un lenguaje ordinario y digo que el hombre es un analfabeto emocional. Quiero darle tips a las mujeres para que no vivan estas situaciones desde la victimización. Por ejemplo: si un hombre te escribe a las 3 de la mañana, dale para adelante o no llores. También a las que se separan, que llevan una casa adelante, que no se bancan un cuerno. Las mujeres tenemos la vara altísima, jugamos fuerte y no soportamos cualquier cosa de los hombres.

—¿Estudiaste teatro o improvisación?

—No, lo mío es todo espontáneo. Ahora, como hay tanta gente esperando mis videos, quizá la noche anterior pienso de qué voy a hablar. Entonces se me ocurren ideas por ejemplo sobre el pollerudo o el rata encubierto, que te hace pagar todo mitad y mitad. 

—En los videos lucís atuendos deportivos y otros muy sexies, ¿cómo elegís qué ponerte para cada ocasión?

—Para el de “Es viernes y tu cuerpo lo sabe” siempre me pongo una musculosa, muestro bien las lolas y así la gente piensa que soy una bestia. Es más, cuando bajo del escenario, me miran y se dan cuenta de que soy chiquitita: tal vez esperaban que fuera como Moria. Siempre me pongo musculosa y calzas porque es lo que uso todos los días. No me maquillo ni nada.

—Además de los monólogos, hay otros clips que te muestran bailando…

—Mi ídola total siempre fue Florencia Peña, más precisamente su personaje Moni Argento. Entonces quería hacer un video bailando y salió eso. La gente se prendió, preparé otros y parece que gustaron. Es más, los hago en mi monoambiente y me dicen: Ay, tu casa es humilde y me da risa. Un día, Tinelli compartió uno de los videos donde bailo.

—En la actualidad, los artistas incipientes suben sus producciones a internet y vos también arrancaste así. ¿Qué mirada tenés al respecto?

—Soy un poco más grande que los youtubers de moda, cuyo fuerte también es Instagram. En mi caso, apunto más a Facebook, a públicos de entre 25 y 40 años, según dice la estadística, pero no entiendo nada. Tengo un teléfono de última tecnología pero no sé editar, así que mando los videos tal y como salen. Creo que mi público más grande está compuesto por mujeres.

—¿Cómo reaccionás a los comentarios desagradables?

—Son miles de mensajes copados y hay una que te dice: No te hagas la ordinaria, si sos re cheta. Siempre les respondo. 

—¿Qué podés contarnos sobre la experiencia en Polémica en el bar?

—Tuve la misma adrenalina que cuando debuté en el teatro. Me dije a mí misma: ¿Por qué no vuelvo al banco, donde tenía un sueldo fijo, obra social y un horario? Fue solo un momento, porque cuando salí a la cancha no sé si salió bueno o malo, pero puse todo. Las primeras veces sobre las tablas y en televisión me dieron miedo, pero pude superarlas bien. 

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