El último viaje del “Sr. Spock”

A los 83 años, falleció Leonard Nimoy, el actor que encarnó al mítico personaje de la saga Star Trek

"Una vida es como un jardín. Los momentos pueden ser vividos, pero no preservados sino a través de la memoria”. La frase, que ahora se lee como una despedida, la publicó el domingo pasado, en su Twitter, el actor estadounidense Leonard Nimoy, quien entre 1966 y 1969 interpretó al famoso Doctor Spock en la serie Star Trek (conocida aquí bajo el título de Viaje a las estrellas), y que falleció ayer, a los 83 años, en su casa de Los Ángeles, según informó su viuda, Susan Bay Nimoy. Nimoy venía sufriendo una enfermedad obstructiva crónica y había sido hospitalizado debido a fuertes dolores en el pecho.

Nacido en Boston, Massachusetts, el 26 de marzo de 1931, era hijo de inmigrantes judíos ortodoxos que habían escapado a principios del siglo XX a los Estados Unidos por culpa de los pogromos (linchamientos) habituales en la época, y comenzó sus estudios de actuación de muy niño en su ciudad natal.

Como muchos de su profesión, al tiempo que probaba suerte en el mundo del cine, fue taxista en Los Ángeles, portero y empleado de un negocio de veterinaria y fue sargento en el ejército estadounidense, donde pidió la baja a los dos años.

Hacia los ’60, y tras algunos pasos por la TV -como en La dimensión desconocida-, coincidió en un piloto de Viaje a las estrellas con William Shatner, el futuro capitán James T. Kirk. A los productores no les gustó su trabajo, pero la insistencia del creador de la serie, Gene Roddenberry, logró que Nimoy y su personaje se transformaran en lo más popular del ciclo, incluso por encima del trabajo de Shatner. Y así, el mundo lo asociaría por siempre a esa criatura mitad humana, mitad vulcana.

A principios de los ‘70 la serie había dejado de emitirse por primera vez y el actor, que no quería ser cosificado en papeles de extraterrestre, tuvo un fugaz pasaje por Misión imposible, en lugar de Martin Landau, y puso su voz a la versión animada del ciclo, además de hacer teatro, sacar fotos, hacer música y escribir su autobiografía Yo no soy Spock, en 1975.

Dirigió algunos ciclos televisivos y debutó como director en la pantalla grande con Star Trek III - En busca de Spock (1984), donde otra vez se puso en la piel de ese personaje al que amaba y odiaba al mismo tiempo.

Repitió como director (y como la criatura del apellido impronunciable)  en Misión: salvar la Tierra (1986) y, ya lejos del espacio, realizó la comedia paternal Tres hombres y un bebé (1987), el melodrama The Good Mother (1988), con Diane Keaton, la comedia Funny Baby (1990), con Gene Wilder, y Holy Matrimony (1994), con Patricia Arquette.

En 1995, como incapaz de rehusarse a su destino, aceptándolo, publicaría su segunda autobiografía: Yo soy Spock. No había nada que hacerle, Nimoy se erigía como el único actor en participar de cada uno de los 80 episodios que tuvo la famosa serie; también protagonizó las seis películas que se hicieron sobre los viajeros espaciales a bordo de la Enterprise. Fue tal su identificación con el personaje de las orejas puntudas que el director J.J. Abrams decidió convocarlo para hacer apariciones especiales en los filmes que marcaron el reinicio de la saga en la pantalla grande, Star Trek (2009) y Star Trek Into Darkness (2013). También apareció en un mítico capítulo de Los Simpson y en el último tiempo Abrams lo requirió para la serie de ciencia ficción Fringe.