Entrevista exclusiva

Julieta Ortega: la hija “rebelde” de un clan que pisa fuerte

Luego del éxito que significó  Viudas e hijos del rock & roll, la actriz lanzó su línea de pijamas y volvió a las tablas con una obra dramática

Creció en una familia numerosa, rodea­da por sus cinco hermanos. Las profesiones de sus padres, Evangelina Salazar y Ramón “Palito”Ortega, dedicados a las artes y luego a la política, trajeron como consecuencia una vida pública inevitable. Desde su niñez, Julieta Ortega supo que su destino se encontraba en la actuación. En 1985, el clan familiar se mudó a Estados Unidos por tres años, momento en que aprovechó para estudiar teatro y escenografía. 

A fines de los años 90 regresó a la Argentina e inició el camino en la pantalla chica, participando en ¿Son o se hacen?, Disputas, Sol Negro, Mujeres asesinas, Graduados y Viudas e hijos del rock & roll. También incursionó en el séptimo arte: Pequeños milagros, Animalada yVerano Maldito, esta última dirigida por su hermano menor, Luis Ortega. Además, formó parte de obras teatrales como El cartero y Sacrificadas. Actualmente protagoniza Deseo, junto con Moro Anghileri, Juan Gil Navarro y Alejandro Paker. 

Con  dos décadas de carrera actoral, la artista es consciente de que las primeras puertas se abrieron por formar parte del “clan” Ortega. Sin embargo, su permanencia, trayectoria y evolución profesional son producto de sus propios méritos.  

En una entrevista íntima con este medio, Julieta Ortega, reflexiva e íntima, habló de la  profesión, su actualidad laboral, el regreso al teatro, los tiempos en familia y las relaciones que construyó en el ambiente. 

—¿Cómo es tu actualidad laboral?

—Tengo algunos proyectos por llevar a cabo. Por ejemlo, un unitario bajo la dirección de Bruno Stagnaro y una película biográfica sobre Robledo Puch (El ángel de la muerte), pero aún desconozco la fecha de inicio de las grabaciones. Además lancé Jota & Co, que es mi línea de ropa para dormir. Las prendas, en su mayoría, son pijamas e indumentaria de descanso. La línea de sábanas y toallas es muy reducida, pero espero se amplíe próximamente. 

—¿Qué vínculos afectivos te rodean?

—Mis padres y mis hermanos son fundamentales en mi vida. También tengo un vínculo fuerte con Ana María Picchio, Rita Cortese, Tina Serrano, Verónica Llinás, Cecilia Roth y Mercedes Morán. Son grandes personas y enormes mujeres. En mi círculo íntimo de amistad están Leticia Bredice, Andrea Rincón, Paola Barrientos, Nancy Duplaá, Mex Urtizberea y  Celeste Cid.

De vuelta a la calle Corrientes

Con un recorrido extenso en la televisión, la actriz aceptó protagonizar una comedia dramática en el teatro Metropolitan. Hacía muchos años que  no estaba presente en las tablas con obras comerciales. Sin embargo, se dio la oportunidad de aceptar el reto y le dio vida a uno de los personajes principales. 

—¿Cuál es la trama de la obra?

—Deseo habla de un matrimonio que lleva diez años juntos e invitan a una amiga de ella y un amigo de él a pasar unos días en la quinta. Para esos cuatro personajes, encerrados en la casa durante el fin de semana, significará un antes y un después. Interpreto a Ana, la esposa de Juan Gil Navarro, que es una joven ingenua, inocente y sagaz. En realidad es una historia que trata sobre el amor, el afecto, la sexualidad, la infidelidad y la pareja. Transita sobre temáticas que siempre despiertan interés en la gente.

Cuando me convocaron para participar en Deseo, el elenco ya estaba en pleno ensayo. Moro Anghileri, Juan Gil García Navarro y Alejandro Paker son mis compañeros y amigos. Tenemos mucha confianza y entendimiento, la energía entre nosotros es magnífica. El libro es de Miguel del Arco y  la dirección es de Alejandra Ciurlani, cuyas puestas en escena siempre me fascinaron y era mi materia pendiente.

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