Entrevista a Sebastián Cayre

La huella de una voz bonaerense

Sebastián Cayre es un cantautor con raíz folclórica  y esta noche presenta su cuarto disco en La Salamanca de 10 y 60 a partir de las 22. “Me gusta mostrar mis composiciones y que se note que soy un hombre del interior”, dice.

Su nostalgia siempre está en la llanura. Cierra los ojos y vuelve al aire campestre de Pellegrini, su pueblo de 5000 habitantes que une la provincia de Buenos Aires con Santa Rosa, La Pampa. 

Allí se crió en medio de jineteadas y bailes de campo con su tío como cantor popular de paso dobles o cumbias de antaño. Después, un tal Bocha Nieva regresó a sus pagos con toda la bohemia de la ciudad de La Plata y le activó el amor por el folclore: empezó a tocar chacareras y fue armando la trama de un cantautor popular con tierra adentro.

Sebastián Cayre tiene 39 años, vive en La Plata hace 18 y con el empuje de músico independiente presenta su cuarto disco llamado “A la Huella”,acompañado por Matías Serafín, Caru Fernández, Leo Colman e invitados especiales luego de vivir una experiencia única en el escenario Atahualpa Yupanqui de Cosquín en un espectáculo compartido con músicos de la ciudad como Javier Caminos y Francisco Lanfré. 

- ¿ Qué te significó grabar el disco “A la Huella”

- Grabar un disco para mí es hermoso. Grabé A la Huella que salió en octubre del año pasado y ya estoy pensando en el próximo. El nombre le da el acento: una obra con un tinte bonaerense bien notorio. No es un disco de música surera porque tiene chacareras, gatos, escondidos, huellas y milongas de mi autoría y de un compositor de Pellegrini que se llama Bocha Nieva.

- ¿ Cómo es ser un músico independiente en estos tiempos? 

- Trabajar independiente significa que uno es productor,músico,  compositor, arreglador. Uno es todo junto con los compañeros de grupo, su novia, en este caso mi compañera que me diseña el arte de las tapas. Es así, con los compañeros colegas uno va asociándose y fortaleciéndose. Y tratando de difundir la música de la manera que puede. En estos tiempos contamos con el plus de las redes sociales que a mí me permitió llegar a lugares que aún no he podido conocer personalmente.

“Un paisano es aquel que tiene paisaje adentro”, dijo Atahualpa Yupanqui y él cumple con la definición de su máximo maestro. Lo atraviesa La Pampa en su hablar, en su forma poética e incluso en los músicos que lo acompañan: todos de algún pueblo de la Provincia de Buenos Aires. 

- En tus canciones siempre hay un rescate de ritmos de la provincia de Buenos Aires que nunca son tendencia o moda en las peñas o festivales ¿Hay una reivindicación o una búsqueda de identidad en la selección de esta música? 

- Un poco las dos cosas.  Yo no aprendí a tocar con música surera en mi pueblo, recuerdo que cuando aparecía alguien así lo tildaban de aburrido y son cosas con las que todavía hay que luchar. Yo descubro la música de la llanura partir del maestro Atahualpa Yupanqui, sobre todo la milonga. Cuando la escuché por Yupanqui dije: “esto tiene que ver conmigo”y empecé a buscar, estudié mucho y vi la necesidad de traer ritmos bonaerenses a la escena musical porque sino hay cosas que se pierden. Sacarla de la vitrina porque también la gente que la toca es muy tradicionalista y como dicen algunos: “no hay nada peor que la tradición en manos de tradicionalistas”. En cambio si a uno lo dejan que lo manosee -en el buen sentido de la palabra- por ahí aparecen las cosas nuevas.

- ¿ Es determinante el paisaje en tus creaciones musicales?

Siempre trato de que mi paisaje esté en algún lado.Trato de escribir muchas canciones en mi forma de hablar, en la forma que tenemos los provincianos de hablar o de pensar. No soy un poeta, escribo canciones y trato de que sean lo más aceptables posibles. Después he ido sumando ritmos bonaerenses: como el triunfo, la huella, la milonga a la escena musical.

Creo que en esta discusión de si lo técnico es lo más importante, aparece una cosa que se dice que para mí es muy certera: es que lo técnico aparece como un detalle, sobre todo en los géneros populares. Es el fondo lo que ordena lo técnico. Lo técnico aparece sin sentido si no tiene un fondo.