La receta contra los celos: “Con mi marido nos mostramos los mensajes”

Tamara Alves, la modelo casada con Patricio Toranzo, reveló sus secretos para cuidar la pareja, ser una mujer ardiente y una madre atenta, sin dejarse vencer por la rutina diaria. Además, habló sobre su trabajo en los medios

Tamara Alves  es una actriz, modelo y vedette brasilera que eligió la Argentina para dar sus primeros pasos en los medios de comunicación. Poco a poco fue construyendo una ca­rrera como intérprete: su primera participación fue en El último pasajero, el programa de entretenimientos de Guido Kaczka. Tiem­po después formó parte de la vuelta televisiva de Midachi, donde compartía escenas junto a Miguel del Sel en un importante y recordado sketch. 

En la actualidad, la modelo está casada con el futbolista de Huracán Patricio Toranzo, y fruto de la relación nació Giuliana. 

De esta manera, Tamara divide sus días entre su familia, sus estudios universitarios en Locución y Periodismo, su trabajo como mo­delo, su rol de panelista en un show de C5N y la conducción en un programa de radio.

En una entrevista íntima con diario Hoy, la actriz contó detalles de su vida y la intimidad junto a su marido.

—Son una pareja atractiva, ¿de qué manera manejan los celos?

—Entre nosotros hay confianza, no nos escondemos nada, somos liberales para hablar, si la situación lo amerita. Ha ocurrido que nos busquen, por decirlo de alguna ma­nera, entonces nos mostramos los mensajes y nos reímos de la situación. En esta relación no se esconde nada. Tenemos celos normales, tiene que ser algo muy desubicado como para molestarnos. Las reacciones innecesarias no están buenas, no suman, estamos tranquilos y seguros de los dos.

—¿Cómo cambió tu vida con la llegada de Giuliana?

—Tener un hijo te cambia todo, pasás a vivir la vida de ellos y no la tuya porque así es la ley de la vida, ser mamá es un rol de dedicación a tiempo completo. 

La maternidad cambió mi vida para bien, pero igual me cortó muchas cosas con respecto a tiempos, horarios, principalmente el primer añito, que es cuando ellos más nos necesitan. Durante ese momento hice producciones más que tener un trabajo fijo, iba a programas como invitada, pero solo quería dedicarme a ella. De igual forma, todos los cambios fueron para bien y lo que más me hace feliz en la vida es mi hija, mi marido y mi familia. 

—¿De qué manera organizás tus tiempos entre la carrera, la maternidad y tu pareja?

—La verdad es que es bastante complejo. Siempre digo que a las cosas hay que buscarle la vuelta. Por ejemplo, cuando trabajo, Pato está con nuestra hija y a la inversa, pero cuando se nos complica a los dos, Giuliana se queda con mi mamá. Ella es una genia porque siempre está presente, es una abuela con todas las letras. A lo mejor lo que se modifican son los horarios, porque cuando estás sola  la intimidad se maneja de otra manera. Mi hija se acuesta temprano, entonces se trata de buscar el momento para disfrutar de la pareja: los abuelos se llevan a los nietos, y uno busca el tiempo exacto. Además, la energía se mantiene intacta, con Pato siempre tenemos nuestro rato de intimidad porque tenemos mucha piel. No cambió nada, por el contrario, estamos más unidos que nunca. Algo que no se perdió en nuestra relación es eso que tenemos desde el primer día hasta hoy. 

—¿Le prestás atención a tu imagen? 

—Me interesa estar bien y también cómo me van a ver desde el otro lado de la pantalla o abajo de un escenario. Voy al gimnasio, me cuido con la alimentación y voy a una clínica de estética. Considero que cuidarse es bueno para la salud, para sacarse el estrés y activar el día. 

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