Entrevista Exclusiva

La señorita Julia: una historia sobre estigmas actuales

Cristina Banegas dirige la obra del dramaturgo sueco August Strindberg. La pieza teatral, que cuenta con Belén Blanco como protagonista, se basa en el amor y las relaciones de poder.

A fines del siglo XIX, el escritor sueco August Strindberg escribió La señorita Julia, una pieza artística que revolucionó la historia del texto dramático, sentando un gran precedente para el teatro. 

En la obra, la acción se inicia con el festejo que marca la llegada del verano en Suecia. Transcurre en una cocina, donde se encuentran Julia, la hija de un conde, y Juan, mayordomo de la casa y prometido de la cocinera. Pasada de copas, la joven cita a su sirviente para un encuentro amoroso, pero una discusión revela una fuerte problemática: ella pertenece a una clase social alta. Sin embargo, él es hombre y ambos pertenecen a una sociedad machista.

La obra fue versionada para convertirse en ópera, llegó a la televisión, a la pantalla grande y, en 1978, fue adaptada para el teatro por Alberto Ure y José Tcherkaski. Ahora, esta última entrega rioplatense es llevada a los escenarios por la exitosa Cristina Banegas y protagonizada por Belén Blanco, Susana Brussa y Diego Echegoyen. 

La puesta llegará a los escenarios platenses este sábado, cuando se presente a las 21 en el Teatro Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47). En una entrevista íntima con este medio, su directora brindó detalles de la producción.

—¿Cómo fue el momento en que comenzaste a dirigir esta obra?

—Primero se trató de una coproducción argentina-uruguaya, que estrenamos en febrero del año pasado en Montevideo. Luego, cuando empezó la temporada teatral en Buenos Aires, la hicimos de abril a diciembre en el Centro Cultural de la Cooperación. Cuando iniciamos acá, el personaje de Juan fue interpretado por un artista argentino, ya que se complicaba que el actor uruguayo viajara todas las semanas. Entonces comenzó Diego Echegoyen, quien hace un gran trabajo. 

Para mí es un placer dirigirla, porque ya he transitado el mundo de Strindberg, haciendo otras de sus obras. Tiene un imaginario muy poderoso, emocionalmente violento y atormentado. 

Por otra parte, es una labor muy intensa y ahora estamos preparándonos para nuestra función en el Coliseo Podestá, donde el año pasado tuve el honor de dirigir Barranca abajo.

—¿Cuál es tu mirada sobre la trama?

—La obra versa sobre el poder que ejercen unos sobre otros en las relaciones, la ambición, las transgresiones, el género y el deseo. El contenido es profundamente inquietante, como en todo gran texto. Además, considero que los actores hacen un trabajo de gran riesgo, con absoluto compromiso, y todo lo que pasa en el escenario tiene mucho poder e intensidad. 

—¿Qué otros proyectos tenés para este año?

—En el presente, estoy actuando en Le moulin bleu de Choice. Además, interpreto Eva Perón en la Hoguera, de Lamborghini, y participo de un show de tango junto con Rita Cortese y otras cantantes. 

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