“Lo más delicado fue hablar de la enfermedad de nuestro padre”

Los Pimpinela presentaron su primera biografía autorizada y aseguran que no les quedó nada por decir. Para los dos, lo más difícil fue revelar detalles sobre el alcoholismo que sufría su progenitor 

Más de tres décadas a cuestas bastaron para que el dúo musical compuesto por los hermanos Lucía y Joaquín Galán se animara a volcar sus anécdotas en un libro. Fue necesaria la propuesta de una editorial, que les acercó la idea y el proyecto, para que Los Pimpinela se sentaran a conversar con algunos periodistas y hablar de sus inicios no solo en la música, sino también en la vida misma.

Así llegaron a este material titulado Hermanos. La verdadera historia, que tiene planeada una presentación pública que comenzará el 1º de mayo en la próxima Feria del Libro y que también pasará por España, “el segundo hogar”, sostiene Joaquín. Fue Lucía quien se encargó de mostrárselo al primer jurado cercano: su hija Rocío. “Me hubiera gustado dárselo a un amigo que partió hace un mes, El negrito, Jorge”, dijo la mujer del dúo.

—¿Cómo surgió la idea de hacer un libro?

Lucía: —Se le ocurrió a la editorial, y nosotros nos sentimos muy honrados. Nos quedamos sorprendidos, pero después nos dimos cuenta de que queríamos hablar más que de nuestra vida profesional. Sentíamos que había llegado el momento de hablar en profundidad de nuestra vida, nuestra infancia y adolescencia. De los momentos difíciles y de los alegres; y eso fue lo que propusimos Les pareció muy bien, y fueron meses trabajando cada uno con un redactor, hablando de lo que teníamos ganas de transmitir.

Joaquín: —Fue un trabajo muy duro de nuestra parte y de la suya, porque había que mezclar giras con escritura, entrevistas individuales que teníamos Lucía y yo, con la gente de la editorial para contar la historia, que en realidad nos la fuimos enterando cuando nos dieron el borrador, porque ni yo sabía lo que había dicho Lucía, ni ella lo que contaba yo. Así que fue una experiencia muy buena, y hoy es el punto de partida, que seguirá en la Feria del Libro, y en junio en España, que es nuestra segunda tierra real y además afectiva.

—¿Qué pasaba cuando leías lo que contaba Lucía?

J:—Fue una sorpresa, no conocía a mi hermana (risas). Fue interesante porque habló de cosas de nuestra infancia, que a veces uno registra de otra manera. El paso del tiempo te va haciendo interpretar hechos concretos y reales de una manera propia. Entonces por ahí sobre un momento doloroso o feliz, descubrimos que teníamos una visión distinta. Esa es la riqueza del libro: que tenga dos escritores y miradas diferentes.

—¿Cuál fue el fragmento que más les costó ventilar?

J:—El más delicado fue la enfermedad de nuestro padre, porque cada uno tuvo visiones diferentes. Para Lucía, como mujer, obviamente la figura paterna marcó mucho. En mi caso, la postura en la infancia y en la adolescencia fue un poco cubrir ese hueco y eso fue lo más difícil, y quizás el tema en el que menos estuvimos de acuerdo en contar. Pero fue una manera de mostrar que detrás de todo lo que brilla (porque por ahí la gente piensa que nuestra vida y carrera fue fantástica) hubo una lucha y momentos difíciles que atravesamos. Y lo que destacamos de esto es la unión de la familia y nuestra madre como líder de esa unión. 

L:— Nos tocó como les puede tocar a tantas familias en todo el mundo. Nuestro padre era asturiano, trabajador, alegre, buena persona, sensible, honesto, con un sentido del humor maravilloso, que tenía una enfermedad como cualquiera, que en su caso era el alcoholismo. Entonces simplemente lo que relatamos es todo lo que puede llegar a vivir una familia cuando un miembro sufre esa enfermedad, y la lucha del entorno y de él mismo para tratar de luchar contra esa adicción. A veces se logra, y en su caso no, porque falleció a los 64 años. No queríamos faltarle el respeto a su memoria, lo recordamos como un luchador, un padre excelente que solo tenía esa debilidad.

—¿Les llegó alguna propuesta para la televisión?

L:—Nos llegaron propuestas pero ninguna nos interesó demasiado como para detenernos un tiempo y dedicarnos solamente a eso. Tal vez más adelante. Pero estamos esperando que la televisión se calme con esta vorágine del minuto a minuto, que no es nuestro estilo. Quizás del libro se desprenda una miniserie, o una película, así que vamos paso a paso. Recorrimos nuestra carrera de esa manera. Y seguimos haciendo nuestras cosas por separado, él como productor de artistas, yo como actriz. Por ahora no hay ningún proyecto confirmado.

—¿Les gustaría contar la historia de sus canciones?

J:—El 90 % son historias reales, por lo que considero que de hecho es una buena idea.

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