Los actores argentinos, en pie de guerra contra Pablo Avelluto

En el inicio del Bafici, la industria se manifestó y varios artistas hablaron con este medio sobre el conflicto con el Ministerio de Cultura de la Nación por el Instituto de Cine

El ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto  sigue recibiendo críticas de toda la comunidad audiovisual.

“La posición de los actores tiene que ver con el prejuicio de muchos de ellos. Es difícil cuando hay una decisión que no se quiere hacer. Queremos que todo se haga de manera transparente. Hay zonas opacas en la administración del Incaa”, manifestó el funcionario de Nación, quien está siendo fuertemente criticado por la reciente renuncia forzada de Alejandro Cacetta, el expresidente del Incaa.

En el marco del comienzo del Bafici, el festival de cine independiente de Buenos Aires, la gente del cine se juntó para abordar este conflicto que, juzgan, puede llegar a afectar a la producción cinematográfica y a los trabajadores por las políticas que Avelluto y el Gobierno nacional están llevando adelante, y pidieron que el ministro deje su cargo.

Sobre el “prejuicio de los actores” o “la paranoia”, según polémicas declaraciones del periodista Mario Pergolini, la actriz Marina Glezer  le dijo a este medio: “No nos pueden subestimar, creer que somos paranoicos y que estamos haciendo toda esta movida porque fantaseamos con que pueden llevarse puesto el canon o la ley de cine o el fomento al fondo cinematográfico. Hay periodistas que nos agraviaron, nos insultaron”. 

En la misma sintonía que Glezer, se mostró su colega Patricio Contreras: “Acá ha habido una actuación de hecho con una operación hecha por periodistas de dudosa reputación, que han realizado una acusación liviana, aventurada y sin fundamentos”.

Antonella Costa, actriz italoargentina, hizo un análisis de este momento: “Es una época bastante áspera para la comunicación entre instituciones y es una lástima. Yo soy una convencida de que más allá de las ideas que uno tenga, el gobierno que esté a cargo es el de todos los argentinos, lo hayamos 

elegido o no, y ellos son nuestros empleados, les guste o no. Por supuesto que la lucha tiene que ver con intentar una cercanía y un diálogo. En el camino pasan cosas, a veces hay emociones exacerbadas de ambos lados. Soy comprensiva, pero va a tener que haber un acuerdo, no se puede desbaratar la industria argentina que en los últimos años tuvo varias películas que pasaron el millón y los dos millones de espectadores. No salieron de la nada, no las trajo la cigüeña”. 

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