“Los Ramones son lo que son gracias a los fanáticos”

Mariano Asch es un periodista que dedicó su carrera a descubrir el mundo de la mítica banda de punk rock. Está terminando el rodaje de un documental que muestra los lugares de Nueva York por los que pasaron los músicos

A finales de la década del ochenta Mariano Asch transitaba su adolescencia y su hermano le regaló un casete con temas de The Ramones. Tiempo después, mientras caminaba por una galería, vio Rocket to Russia, el tercer álbum de la banda. Quedó impactado con la tapa del vinilo y decidió comprarlo. 

A partir de allí, su fanatismo creció sin parar, al punto de que terminó dedicándole su carrera como periodista a los referentes del punk rock. En 2010 comenzó el rodaje de un documental sobre los norteamericanos y este año colaboró con En la ruta con los Ramones, en donde escribió uno de los capítulos de la reedición del libro, en 2003. 

En diálogo con diario Hoy, Asch habló de lo que significó en su profesión la devoción por la agrupación norteamericana.

—¿Qué te parece la publicación original de  En la ruta con los Ramones?

—Es genial, una obra divertida que se lee muy rápido y podés empezarla en cualquier capítulo, porque cada división trata sobre un estado particular de la banda. Narra anécdotas de los miembros originales, las peleas por las chicas, los viajes en las rutas, los discos, sus videos. 

—¿Estás orgulloso de haber sido convocado en la reedición?

—Fue muy gratificante que a los autores y a la editorial les gustara mi aporte. También tiene muchos testimonios de los allegados a la banda y eso lo hace muy especial.

—¿Qué podés contarnos sobre el documental New York City really had it all (Nueva York tuvo realmente todo)?

—Es una producción que vengo rodando desde 2010, filmada íntegramente en Nueva York.Voy a finalizarla en estos días. Trata de mostrar todos los lugares que hay en esa ciudad y que tienen que ver con la historia de los Ramones: los espacios donde tomaron fotos de tapas icónicas de sus discos, sitios donde se filmaron videoclips, las casas donde vivían, las salas en las que ensayaban y los lugares donde tocaban. 

—¿Por qué lleva ese título?

—El nombre está sacado de la canción Sheena is a punk rocker y solamente se le cambió el tiempo verbal. Lo puse en pasado porque quise mostrar justamente cómo la ciudad perdió la gran mayoría de sus lugares icónicos. 

—¿Lograste entablar vínculo con ellos?

—Tuve y tengo relación con todos los músicos que tocaron en la banda. Con Joey hasta el día que murió, mientras que Dee Dee fue el primer artista internacional con el que trabajé, en noviembre de 1994. Además, en febrero pasado produje un show  que se hizo en el Teatro de Flores. Para esa presentación estuvieron Richie y CJ Ramone, fue la primera vez que tocaron todos juntos en la historia.

—¿La fuerza de la banda en la Argentina es gracias a la energía de los fanáticos?

—Sin dudas, los Ramones fueron y son lo que son gracias a los fanáticos. En su caso tiene que ver con que sus integrantes murieron, entonces toma otro significado. Por eso, me encargué de que los seguidores participaran de dos maneras diferentes en el libro. Por un lado, contribuyendo con muchas de las fotos que aparecieron, de las cuales me llamó mucho la atención una en particular, que mostraba a Johnny Ramone en la plaza Dorrego en el año 1991. Creo que fue muy gracioso. 

Por otro lado, uno de los seguidores dio su punto de vista acerca de aquella batalla campal que hubo en Florida y Lavalle en 1996, antes de un show en River. En ese momento, una marca había prometido unas entradas, pero no las dio.

—¿Qué sabés sobre el paso de Dee Dee Ramone por La Plata?

—A fines de 1995 y principios de 1996 él vivió unos meses en Argentina, entre City Bell, Banfield y Almagro. Por esos tiempos hizo un show  pequeño con una banda en la que tocaba la guitarra, el bajo estaba a cargo de Bárbara Zampini, su mujer, y la batería, por un chico platense llamado Mario Jimeno. Sin embargo, durante esa estadía no pude concretar un encuentro. 

Supe que Bárbara, la mujer platense de Dee Dee, continuó en la banda por un par de años, participó de dos o tres discos solistas grabados por él, como Zonked y Hop around. 

Por otro lado, ella también estuvo en una formación musical formada por su pareja, CJ y Marky Ramone, llamada Ramainz y solo tocaban en lugares aledaños a Nueva York. De esta manera, Bárbara logró tocar en varias giras por Europa y Estados Unidos pero fue llamativo e increíble que nunca tocara con Dee Dee en la Argentina.

—¿Cuál es tu mejor recuerdo?

—Fue con Joey en un hotel cuando tocaron en River. Estábamos en la cama, escuchando un casete de Johnny Thunders, un obsequio que le di en ese momento. Además, él quiso mostrarme Stop, la banda de su hermano Mickey Leigh. Me regaló la copia firmada por los integrantes, que guardo en casa como una especie de tesoro de valor inconmensurable. 

Además, estuve en la sala de los Ramones, antes de que ensayaran, para grabar su disco llamado Adiós amigos.

Noticias Relacionadas