Luc Besson confía en el éxito de su nuevo filme: “Marvel y DC no están felices de verme”

El realizador, conocido por sus cintas El quinto elemento y El perfecto asesino, llegó al país y habló sobre Valerian y la ciudad de los mil planetas, cinta en la que trabajó nueve años y con la que piensa pelearle a los gigantes del género fantástico

En 1997, El quinto elemento llegaba a los cines del mundo y, con los protagónicos de Bruce Willis y Gary Oldman, revolucionaba la ciencia ficción. Veinte años después, y con varias producciones más en la espalda, Luc Besson volvió a meterse en el género fantástico de la mano de Valerian y la ciudad de los mil planetas, una cinta que se estrenará en el país el 20 de julio próximo, con la que promete crear un universo a la altura de Star Wars.

“Empecé siete años atrás, enviando cartas  a las universidades de cine para que mandaran diseños de una nave espacial, un extraterrestre y un planeta”, contó el francés. La respuesta a la convocatoria fue impresionante: le llegaron cerca de 6.000 proyectos, de los cuales seleccionó doce. “Fui responsable de armar el rompecabezas”, aseguró el cineasta y contó que su trabajó implicó la fusión de diferentes ideas que le hicieron llegar.

Así nació Valerian y la ciudad de los mil planetas, la cinta basada en la novela homónima del escritor Pierre Christin. En este sentido, no es la primera vez que el libro del escritor es fuente de origen para una película. Hasta el mismísimo George Lucas recurrió a la ficción plasmada en sus hojas para crear el universo Star Wars.

—¿Cómo conociste el libro?

—Lo descubrí cuando tenía diez años. Amé los personajes, la pequeña historia dentro de una mayor, que cuenta sobre un hombre que está enamorado de una chica y la hace muy humana. Los últimos años las películas de franquicia son bastante oscuras y se preguntan quiénes somos y a dónde vamos. Eso no me gusta. Acá hay 8.000 especies que comparten cultura y conocimiento en una nave. Es lo que hacemos en las grandes ciudades como Buenos Aires o Nueva York.

—¿De qué manera iniciaste la producción?

—Hice una convocatoria y la mayoría de los que presentaron sus bocetos habían trabajado para grandes filmes de ciencia ficción. Como permito que sean absolutamente creativos, recibí muchísimos dibujos. A veces me sentía tentado de llamar a la Policía por lo que me mandaban (risas). A partir de ahí, tuve que armar el rompecabezas. Hay doscientas especies de extraterrestres y los tenía que hacer encajar, no iban aleatoriamente 

Creo que tengo algo entre manos, porque las grandes productoras como Marvel y DC no están felices de verme. Me siento un pequeño equipo de la tercera división que llegó a la final. Fue difícil reunir los 200 millones de dólares para hacerla. No es el mismo viaje cuando empezás en tercera división. 

—¿Qué importancia le das a lo visual?

—Está el guión, en el que trabajé por nueve años asegurándome de que estuviera bien, como si estuviera cocinando. La parte visual es como poner la mesa. Si eso está bien y la comida es rica, todo funciona adecuadamente. Las cosas más complicadas todavía no las terminamos.

—¿Qué aporta el 3D?

—No puedo rodar en 3D, es imposible, porque me limita la libertad de las cámaras. Lo bueno es que la conversión del 2D al 3D se ha utilizado muchísimo. Entonces, antes de hacerla hablé con los responsables, que me dijeron que el estilo que hago utiliza el espacio de una forma tal que parece ser un formato previo al 3D. Así que no tuve que cambiar mi estilo.

—¿Fue difícil conseguir los actores?

—A Dane (DeHaan) lo conocía de otros trabajos, la parte difícil fue saber en el primer almuerzo que era el indicado y tenía miedo de que me dijera que no. Iba a tener que borrar su imagen y me iba a resultar imposible. Pero el mismo día me llamó y aceptó. Por otra parte, a Cara (Delevingne) no la conocía. La cité y quería asegurarme de que estuviera comprometida con la película. La convoqué para que hiciera ejercicios y para ponerla a prueba, la torturé durante seis horas y terminó llorando porque pensaba que no había hecho un buen trabajo, pero le dije a su agente que tenía el papel. Es una actriz por naturaleza.

Todo este proceso fue a cuenta de que era un trabajo de seis meses y tenía que estar seguro de que estarían comprometidos y que iban a dar la vida por el filme.

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