“Me interesa hablar de vínculos que evolucionan a través de los años”

Gabriel Nesci estrena hoy su segundo largometraje, Casi leyendas, con el protagonismo de Diego Peretti, Diego Torres y Santiago Segura, que interpretan al trío de culto Auto Reverse

A principios de la década de 1990, Axel (Santiago Segura), Javier (Diego Peretti) y Lucas (Diego Torres) cumplían el sueño de tener su propia banda, Auto Reverse. Los problemas personales de Axel dieron lugar a un viaje inesperado y también a la disolución de la banda. Sin embargo, 25 años después, la formación musical vuelve a reunirse y así surge la historia pensada y dirigida por Gabriel Nesci (Días de vinilo, Todos contra Juan): Casi leyendas.

En el marco de la presentación del filme, el director y los actores hablaron del proceso de rodaje, en un clima muy ameno, donde el español Segura se llevó la atención respondiendo cada pregunta con su característico humor. “Lo más duro ha sido escuchar cantar a Peretti durante dos meses. Auto Reverse suena bien, él canta mal. Gabriel Nesci ¡felicitaciones!, no sé cómo lo has conseguido”, bromeó el actor de Torrente.

—¿Cómo fue el proceso de construcción de la banda?

Gabriel Nesci:—Queríamos que fuera ficticia pero que sonara lo más real posible. Hubo que pensar en una banda que quedó en la antesala del éxito. Tuvimos en cuenta referentes de la época: Soda Stereo, salvando las grandes distancias, un trío con influencia britpop de principios de los años 1990, de lo que empezaba a llamarse “la movida sónica”, era un modelo claro.

Diego Peretti: —Me preguntó si yo quería cantar. Se topó con mi deficiencia técnica natural, y le dije que si confiaba en mí, le dábamos para adelante. Trabajamos con un asesor musical que me tuvo paciencia, íbamos frase por frase para lograr el tono. Un trabajo que me encantó hacer, porque me gustaba la idea de ser el cantante de una banda de rock.

Diego Torres:—Los tres nos tiramos a la pileta a jugar y a interpretar el rol musical que nos tocaba hacer. El primer encuentro en una sala fue caótico pero divertido.

—¿Cuál fue la parte más difícil?

D.P:—El gran desafío de la película era que no distraiga si los músicos saben tocar bien o no. Cuando la vi, me tranquilicé, porque una vez que les crees, la película funciona.

G.N:—La verdad han hecho un esfuerzo enorme los tres y tuvieron gran predisposición con sus instrumentos, y también para someterse a las obsesiones mías y del couch. Además de concentrarse en actuar, estaban pendientes de cada nota y ritmo.

D.T:—El desdoblamiento entre actor y músico fue realmente difícil, pero disfruté hacer de baterista, que es algo muy cercano a lo que hago. Todos soñamos con llevar el pulso de la banda y ver todo desde ahí. Cuando leí el guión le dije a Gabriel que no pensara que yo quería hacer de cantante, sino todo lo contrario.

Santiago Segura:—Quiero que observen lo acertado: una banda con la voz de Diego Torres no hubiera triunfado (risas).

—¿Cómo se construyó el humor en la película?

D.P:—El camino entre el drama y la comedia se alinea cuando el guión, que es el mapa básico, está bien hecho para transitar las situaciones de una manera pura. El humor tiene que ver con eso, no hay una técnica especial, se trata de conocer los conflictos del personaje y actuar.

D.T:—Lo bueno de esta historia es que a veces hay cosas que te causan gracia pero te despiertan la duda sobre qué es eso de lo que te estás riendo. Maneja un código muy preciso.

G.N:—Los tres tipos están en un momento complicado de sus vidas, la comedia y el drama son dos caras de la misma moneda. Hay que ser hábil y elegir un elenco bueno como este, que logre transitar esos dos matices.

—El humor negro es muy evidente, ¿hubo un límite para pensarlo?

GN:—Creo que no. Se puede hacer chistes con todo, mientras estén bien hechos. Somos una sociedad pacata todavía con el humor.

D.P:—Dramáticamente se sostiene porque el personaje de Santiago tiene un problema mental. Ahí es donde se puede colocar el humor negro, porque si lo ponés de manera desubicada, desentona. Había una plataforma dramática para aprovechar y Santiago lo hizo de maravillas.

—Gabriel, hay un hilo conductor que también está en tu anterior largometraje, Días de vinilo...

G.N:—La música es lo más evidente, quizás es una excusa. En Casi leyendas hay un pasado que está negado y en Días de vinilo ocurre lo contrario, están demasiado anclados en él. Me interesa hablar de vínculos que evolucionan a través de los años, en el transcurso del tiempo las relaciones se modifican mucho.

La banda de Santiago Segura

En una película en que lo musical es el eje de la trama, Axel Tolosa, el protagonista de Casi leyendas, interpretado por el actor español Santiago Segura, es el detonante de la historia. En él se apoyan tanto el desarrollo de la ficción como el humor tan característico del director Gabriel Nesci, anclado en la veneración de la nostalgia.

La cinta cuenta las desventuras de Auto Reverse, banda que se presenta como un claro homenaje a Soda Stereo, desde la composición como power trío hasta la conformación de un cuarteto amoroso que en este caso se da entre los tres protagonistas y la fan número uno, Abril (Claudia Fontán), pero que, a diferencia de la agrupación liderada por Gustavo Cerati, se queda en las puertas del éxito. Axel, que posee síndrome de Asperger, estaba cuidando a su padre en España y regresa 25 años después “por la gloria”, para reencontrarse con Lucas (Diego Torres) y Javier (Diego Peretti), que han seguido con sus vidas.

A partir de allí se desencadena la película, en la que Segura logra construir un personaje excelente sobre el que pivotea la trama, en la cual, sin embargo, tanto Peretti como Torres terminan siendo opacados por la actuación del español. La redención del pasado es un objetivo que se plantea Nesci con Casi leyendas, que se cumple y logra captar al espectador desde ese aspecto, aunque al hilo de la historia le falta una vuelta de tuerca.

A pesar de ello, es justo aclarar que el filme es un producto que vale la pena ver y que puede ser disfrutado por toda la familia. “En el caso de Auto Reverse, nos planteamos si los protagonistas habían sido amigos o no. Hay algo que hermana con la música, pero qué pasa con una relación que 25 años después sacás del freezer, ¿son amigos todavía?”, se preguntó Gabriel Nesci, y la única forma de conocer la respuesta es ir a ver Casi leyendas.

El camino de Gabriel Nesci: de Todos contra Juan a su segundo largometraje

Axel Kuschevatzky es uno de los productores de la película Casi leyendas, que a su criterio tiene una propuesta “muy seductora”. Nesci y Kuschevatzky se conocieron hace más de diez años, cuando Gabriel acercó a Telefe el piloto de lo que terminó siendo Todos contra Juan. “Me divertía, me parecía que había encontrado algo y siempre decíamos que íbamos a trabajar juntos”, afirmó Axel ya que, finalmente, la ficción que protagonizó Gastón Pauls terminó estrenándose en América.

Ahora, con un nuevo proyecto bajo el brazo, Nesci logró captar el interés del productor. “Nos pareció que tenía fuerza, que era divertida y que tenía una mirada personal. Era el director de Días de vinilo que había seguido creciendo y buscando”, sostuvo Kuschevatzky. 

En este sentido, el cinéfilo reconoció que la película pasa por las cosas que le gustan a Nesci: la música y los años 80. A su vez, destacó la mirada de la figura femenina que tiene el guión. “Las mujeres, incluso las que no están, le marcan la cancha a los varones y eso me pareció buenísimo”, aseguró.

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