“Mi padre es, fue y será el sostén de mi existencia”

Marina Calabró es hija de un grande del humor nacional. Se formó para dedicarse a la política, aunque su futuro tomaría un rumbo inesperado. Ahora, ejerce el periodismo de espectáculos como panelista de Intrusos y su carrera está en constante ascenso

A  sus 40 años, Marina Calabró tiene una figura escultural, resultado de extensas horas de entrenamiento. Hace unos meses trascendieron unas imágenes jugadas de su físico perfecto, que dejaron sin aire a más de uno. Sin embargo, se describe como una persona introvertida, reservada y cuidadosa de su perfil bajo. 

Marina forma parte de una familia de artistas: es la hija menor del querido humorista Juan Carlos Calabró, siempre recordado por sus exitosos personajes, como El Contra o Johny Tolengo. Además, es hermana de Iliana Calabró, vedette y actriz dramática, con quien mantiene una gran relación afectiva.

Durante su juventud, Marina estudió Ciencias Políticas y logró uno de los mejores promedios de su promoción. En ese entonces anhelaba trabajar en esa área, pero lo que no sabía es que el futuro le tenía deparado otro camino como periodista de espectáculos. Con pequeñas participaciones en diversos magazines de la tarde, logró incursionar en la farándula y hoy su carrera está en constante ascenso. En la actualidad, forma parte del equipo estable de Intrusos,  junto con Jorge Rial, entre otros proyectos.

Espontánea y amable, en una entrevista con este medio la periodista se animó a hablar de todo: el amor, la maternidad y el vínculo con las mujeres de su familia. 

—¿Cómo se condice tu brillante carrera académica con tu rol en los medios de comunicación?

—Estudié Ciencias Políticas, hice un posgrado en Economía y, sin embargo, me dediqué al periodismo de espectáculos. Estoy en Intrusos como panelista. Se pueden transitar ambas profesiones a la par porque los prejuicios los tienen los demás. Soy todas esas mujeres a la vez, uso vestidos ajustados y extravagantes. No se debe subestimar ninguna profesión. Hay periodistas de espectáculos que son profesionales excelentes y otros de política que no chequean información. Es un amplio abánico. 

No hay nada más hermoso que la familia unida

Los Calabró son una familia emblemática de la televisión argentina. Como buenos italianos, los miembros de este clan siempre se mantuvieron unidos en las buenas y en las malas. Pese a la repentina partida de Juan Carlos en 2013, Coca, su viuda, y las dos hijas del difunto actor siguieron adelante. 

Iliana se divorció de Fabián Rossi, su primer esposo, y ahora está próxima a pasar por el altar con su actual pareja. Además, algunos rumores indicarían que la cigüeña estaría por llegar. Por otra parte, Coca vive rodeada del amor de sus nietos Juan y Tomás Rossi -los hijos de Iliana- y Mia -la única heredera de Marina-, quienes acompañan a su abuela a toda hora.

—Coca e Iliana tienen fuertes personalidades, ¿qué mirada tenés sobre los mandatos familiares?

—No les presto demasiada atención a esas “reglas”. Siempre estuve pendiente de la mirada paterna, en un sentido amoroso de la misma. Mi padre fue, es y será mi sostén en la vida. Sus enseñanzas y la forma de ver el mundo que supo inculcarme me ayudaron a ser quien soy, sin condicionarme para nada. 

—¿ Cuál es tu situación sentimental? ¿Te vas a casar?

—Estoy en pareja. Muy feliz. El casamiento es un proyecto que tenemos pendiente y nuestro amor se lo merece. Lo cierto es que no vamos a compartir un hogar en común. Cada uno sigue en su casa con sus hijos y pasamos momentos en familia con todos los chicos, que se llevan bárbaro. 

—¿Cómo te definís como madre?

—Intento estar con mi hija todo el tiempo que puedo. A su vez, quiero criarla con libertad e independencia para que ella tenga su propio espacio, así surge su personalidad. Es diferente a mí en todos los aspectos. Es coqueta, le gustan las plumas, los brillos y los tacos. En ese sentido, me hace acordar mucho a Iliana, es mucho más parecida a mi hermana que a mí.

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