“No me muero por salir en la tapa de una revista”

Entrevista exclusiva a Georgina Barbarossa

En diálogo con Hoy, la intérprete habla de su vuelta a las tablas con La decisión, la obra que presentará el sábado en nuestra ciudad. Además, reflexiona sobre la fama y sus ganas de volver a la conducción

Georgina Barbarossa tiene una carrera que produce envidia. Comenzó su incursión en el teatro con el gran Pepe Cibrián en 1981, y desde esa fecha a esta parte no paró. Trabajó con los más grandes como: Héctor Alterio,  Oscar Martínez, Norman Briski, Antonio Gasalla y Mirta Busnelli, entre otros. Además, en Movete con Georgina, la actriz tuvo un éxito rotundo en la conducción. “He trabajado con gente increíble, he aprendido tanto”, reconoce Barbarossa que volvió a su primer amor con La decisión, la obra de teatro que presentará el sábado 1ro de Agosto las 21 horas en el teatro La Nonna (3 esquina 47).

En charla con Hoy, la actriz nos habla del personaje que encarna en la obra y del desafío de encarar un proyecto en donde se enfrenta al público armada solamente de su voz y mirada.

¿Cómo vivís tu vuelta a las tablas?

-Absolutamente feliz, porque esta es una obra que Alejandro Robledo, que es también el director, ha escrito hace ya 25 años. En ese momento mis hijos eran muy chiquitos y yo había decidido hacer teatro infantil para poder llevarlos y estar más tiempo con ellos. Cuando me volvió a proponer esta obra y la volví a leer me fascinó, es sumamente lúdica. 

Es la historia de Adela, donde se habla del matrimonio, de la ceremonia del matrimonio, pero en realidad es mucho más que eso. Es una comedia negra que habla de las decisiones que uno tiene que tomar en la vida, si ese fin justifica el medio, de las apariencias, del qué dirán. Todo tomado con muchísimo humor.  Adela es una persona que está re chapita, es bipolar y se le aparecen otros personajes en su mente con los que dialoga. Para mí fue todo un desafío porque soy una persona muy dispersa. 

¿Cómo te sentís al estar sola en el escenario en diálogo permanente con vos misma?

-Requiere de una gran concentración de parte mía y una gran entrega. Mi gran cómplice es el público, porque se meten en este mundo virtual donde Adela, que es este personaje que es una maestra jardinera, está atrapada en una gran tela de araña que ella va tejiendo. Con Adela –como personaje-compartimos diferentes locuras, en lo que nos parecemos es en la tenacidad. No tengo los parámetros de Adela, pero la fui construyendo de un nivel de locura y juego. Los actores somos como chicos, yo cuando era chica también tenía personajes imaginarios con los que hablaba. Además, esto de que es una maestra jardinera también es una cualidad muy particular, que denota una paciencia. Para mí fue un gran desafió, en un momento sólo estoy contando con mis ojos y mi voz. Yo soy muy ansiosa y quiero las cosas para ayer, por eso ha sido un desafío también. En un momento pensé que no lo iba a poder hacer.

¿Qué es lo que más valorás de esta experiencia teatral?

-Yo adoro el teatro. Estudié como una loca diferentes disciplinas del teatro, porque cuanto más puedas estudiar, más rico es lo que creás. Yo me siento como pez en el agua en el escenario. Es mi espacio. El teatro es la ceremonia más sagrada de la actuación. La gente se arregla, se maquilla para verte y vos hacés lo mismo para la gente, es un acto de entrega de ambas partes.

¿Cómo manejás el tema del éxito?

-Yo lo vivo muy normal, primero que yo estoy muy agradecida con el público. Amo al público. El éxito pasa por otro lado: por una familia, hijos maravillosos, sentirse querida. La fama es puro cuento como dice la versión popular. No me muero por salir en la tapa de una revista. Ahora cualquier persona hace cualquier cosa por ser famoso.

¿Volverías a la conducción?

-Por supuesto que sí, me encantaría. Me sentí muy feliz, el informar a la gente y estar al aire todos los días. Movete con Georgina fue un programa en donde hacíamos sketchs en vivo, ensayábamos como bestias, fue algo maravilloso. Ahora hay formatos similares, pero nosotros fuimos los pioneros, en eso salto con los tapones de punta.