Entrevista exclusiva

Ronnie Arias, un gladiador de la vida

El exnotero de Kaos en la ciudad es polémico, seductor e intenso. En una charla a solas con este medio, se expresó sobre su trayectoria, su vida familiar y el tránsito por una terrible enfermedad que ya es parte del pasado

Es una tarde cualquiera de un día hábil y el reloj marca las 18. Del otro lado del teléfono se encuentra Horacio Jorge Arias, más conocido como Ronnie, el comunicador audaz de inmensos ojos azules, el mismo que conduce Sarasa, el magazine radiofónico de la segunda tarde de La Cien. 

Durante su versátil carrera ha hecho de todo: fue fotógrafo en Venus, la mentada revista erótica, integró varias producciones de teatro alternativo y fue guionista de todas las puestas en escena de Fernando Peña. La fama y popularidad le llegaron con su rol de notero en Kaos en la ciudad, el programa informativo del fallecido Juan Castro. 

Durante una entrevista íntima con este medio, desenfadado y hábil con sus palabras, Ronnie hizo un intenso relato sobre su vida agitada e inquieta.

—¿Cómo y cuándo te iniciaste en el medio? 

—Fue hace mil millones de años. Cuando era pequeño hice publicidades y después incursioné en el teatro. A principios de los años 90, trabajé junto a Bebe Sanzo en una radio. Al mismo tiempo, estuve en la producción de Jugate conmigo, VideoMatch, Ninfómanas, Susana Giménez y Tal para cual, entre otros. Un día me llegó la propuesta de integrar un programa en E Entertaiment Latinoamérica y acepté. En esos momentos tuve la dicha de conocer a Juan Castro y participé de algunos de sus proyectos. Fue la persona más generosa con la que me tocó trabajar en toda mi vida. Él quería que uno brille en la pantalla, que dieras lo mejor. Jorge Guinzburg también era así. De los dos aprendí muchísimo y viví experiencias increíbles. 

—¿Qué mirada tenés sobre tu actual labor en la radiofonía?

—Considero que la esencia del periodista se construye, se hace en el aire de un programa. En ese momento uno se muestra tal cual es. Tenés que estar en el minuto a minuto y es una intensa labor. La radio es una escuela que no tenés en ninguna televisión del mundo. Para trabajar en el aire de un canal no es necesario ser un buen actor, solo hay que saber resolver rápido. En el éter tenés que comunicar bien porque todo está en la voz, que es la herramienta para que el oyente te elija.

—¿Qué podés contar sobre tu estado de salud? ¿Por qué elegiste difundirlo en el programa de Mirtha Legrand?

—Me quité 16 toneladas de encima. Durante un tiempo no quise decir nada porque mi papá transitó la misma enfermedad que yo. Si lo contaba, iba a generar una carga enorme e innecesaria a mi familia. Tuve cáncer de garganta y le gané a la enfermedad. 

Un día, mi oncóloga me aconsejó que hablara públicamente sobre el diagnóstico. De forma casual, la producción de Mirtha me invitó a uno de los almuerzos y acepté. Es sabido que los temas mediáticos del programa son los que marcarán la agenda de la semana. Durante la emisión, del programa ella respetuosamente indagó sobre el tema y me explayé. Quise contarle al mundo que estoy curado. Es importante difundir el mensaje de que, detectado a tiempo, el cáncer tiene cura. 

—¿Tenés algún proyecto pendiente?

—Estoy revisando algunas propuestas para televisión y voy a lanzar mi libro, que desa-rrolla algunas anécdotas ácidas de mi vida, con el humor políticamente incorrecto que me caracteriza. 

Noticias Relacionadas