Sanford Bookstaver, un director de la escuela de Spielberg

Con casi veinte años en la TV, formó parte de éxitos como The O. C. y Dr. House. En diálogo con este medio, habló sobre su formación en DreamWorks, el sueño de estar en Game of thrones y su trabajo con 50 Cent

Su primer recuerdo cinematográfico es de cuando tenía 4 años y fue a ver Star Wars. Sanford Bookstaver quedó tan impresionado que, desde ese momento, supo que quería convertirse en director.

Así, trabajó en producciones amateurs hasta que logró ingresar a las oficinas de DreamWorks, convirtiéndose en el asistente de uno de los creadores de ese estudio de animación, Jeffrey Katzenberg. “Trabajé con él durante cuatro años, pero también colaboré con Steven Spielberg”, aseguró con relación al otro padre de la compañía. En una charla íntima con este medio, Bookstaver habló sobre sus trabajos en la televisión, en ficciones como The O. C., Dr. House y Dawson’s Creek, y también dejó un consejo para los jóvenes que aspiran a ser directores.

—¿Recordás tu primer proyecto?

—Cuando empecé a trabajar en DreamWorks escribí un corto llamado Scriptfellas, en el que parodiamos a Goodfellas (Buenos muchachos). Trataba sobre la mafia judía que mueve los hilos en Hollywood. Me llevó años hacerlo, hasta que un amigo terminó financiándolo. Se lo di a Jeffrey Katzenberg, le gustó y él se lo mandó a Spielberg, que lo vio y me contrató para dirigir. Fue uno de los mejores momentos de mi vida.

—¿Cuál fue el llamado que más te sorprendió para dirigir una serie?

—El de The O. C. Nunca había dirigido un drama adolescente, era muy cercano por edad a los actores y pude conectar con la energía que tenían. 

Sin embargo, Dr. House fue la mejor experiencia que tuve. Me moría por trabajar con Hugh Laurie, durante años intenté entrar al show y logré que me llamaran para la sexta temporada. Creo que con los actores te llevás bien o no, y con Hugh conectamos ni bien nos conocimos.

—¿Recordás cuándo fue?

—En el primer ensayo. A él le gustaba practicar y mientras lo hacía no dije ni una palabra, lo dejé hacer lo suyo por un tiempo, sin interferir. Después de un rato me miró y me preguntó qué me parecía. Ahí le propuse algunas cosas y le encantó. Él trabajaba con su espacio, lo procesaba a su manera y después me consultaba a mí. Es como una clase maestra en actuación. 

—¿Qué estás dirigiendo ahora?

—Estoy en una serie llamada Power, en la que 50 Cent es uno de los productores y también actúa. También hago Chicago Fire y Scorpion. 

—¿Cómo es trabajar con 50 Cent?

—Increíble. Es una persona muy especial, tiene mucho carisma y una gran presencia. Quiere ser auténtico y le pone pasión a lo que hace. Muy buen actor, muy instintivo, por lo que a veces se hace difícil dirigirlo.

—¿En qué otra serie te gustaría estar?

—Definitivamente, Game of thrones. Sé que hay mucha competencia para entrar. También amo Stranger things. En el pasado hubiera hecho cualquier cosa por estar en Breaking bad.

—Empezaste de muy chico, ¿qué consejos le dejarías a los que están dando sus primeros pasos?

—A los jóvenes les digo que, si quieren ser directores, tienen que dirigir. Ya sea con un celular, con amigos, creo que tienen que trabajar y hacer un buen material que los represente como cineastas, como una carta de presentación. 

Trabajé con Katzenberg cuatro años porque quería conocer productores, actores, directores y hacer muchos contactos. De esta manera, cuando tengan una gran obra, se las podrán mostrar a gente importante. Por eso hay que dirigir y, eventualmente, hacer un filme que muestre tu identidad .

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