Sergio Denis: “Subía al escenario llorando”

El cantante atravesó momentos muy complejos. En 1995 quebró económicamente y perdió su voz. Ahora la vida le da revancha con la publicación de su nuevo disco, el número 29 de su extensa carrera

Enamoró al público femenino de varias generaciones y supo estar en “la cresta de la ola” por sus temas románticos, que nos hacen preguntar cuántas parejas se habrán enamorado bailando sus melodías. En su historia musical no solo fue la voz de novelas y programas de televisión, sino que también se transformó en un referente de la balada y logró vender más de seis millones de discos en la Argentina. 

Sergio Denis es fiel a su impronta. Conserva su delgada figura, el pelo canoso prolijamente arreglado y un bronceado eterno que lo asemeja a cualquiera de los integrantes de División Miami. Con humildad y simpatía se entregó a una profunda entrevista con este medio, en la que se pudo conocer a un hombre experimentado que transitó momentos complejos, a quien hoy la vida le regala una nueva oportunidad. 

Los inicios

El intérprete, nacido y criado en Coronel Suárez, fue bautizado como Omar Hoffman. Años después, cambiaría su identidad por Sergio Denis, el nombre artístico que utiliza hasta la actualidad.

En su juventud, repartía su tiempo entre la música, el fútbol y una cantidad de trabajos inimaginables. 

—¿Cómo te embarcaste en una carrera musical?

—Tenía 12 años cuando formé una banda de folclore con mi hermano y unos amigos. Tocaba la guitarra y era la voz principal. 

—¿Cuáles fueron tus primeros trabajos?

—Después del secundario trabajé en la carpintería de mi papá. Al mes me despidió porque era muy arrebatado y arruinaba todas las piezas. Después, mi tío me empleó en su fábrica de mosaicos. Allí aprendí el oficio e hice cosas maravillosas. Meses más tarde, me ofrecieron un trabajo de bibliotecario en un club vecinal y mi jefe, que era una persona culta y formada, me decía que debía leer todos los ejemplares antes de recomendar algún título. 

Un camino a la fama

Ya con 20 años, Denis decidió mudarse a Buenos Aires para dedicarse a la música profesionalmente. Probó suerte sumándose a algunas formaciones musicales, pero no lograba estar conforme. Entonces comenzó a escribir y a componer algunas canciones, las grabó en un estudio de Once y las llevó en persona a varias discográficas. Uno de los empleados de EMI escuchó su single y lo convocó para que fuera parte de la empresa. 

—¿Cuál fue la canción que cambió tu vida?

—Te quiero tanto es histórico. Una vez, ingresé a Youtube y encontré un video de la hinchada del Real Madrid cantándolo, fue una sensación muy fuerte. Amo la mayoría de mis temas, pero reniego de algunos covers porque fueron un sacrilegio, y les pido perdón a los autores. Lo importante es hacer y, a veces, uno se equivoca.

—¿Cómo definirías al éxito?

— Cuando bajás de un escenario y tenés a quién abrazar, es un momento  en que la vida adquiere sentido. 

—¿Qué vínculo tenes con el público?

—Soy un agradecido, sin ellos no podría haber construido mi carrera, sanado mis enfermedades, y creo que recuperé la voz gracias al cariño que me han brindado durante estos años.

—Hace unos años hiciste una mala inversión y quedaste en la ruina. ¿Cómo fue ese momento?

—Fue terrible. Llegaba a mi casa, sabía que nada me pertenecía, que iban a rematar la vivienda y todo lo que había adentro. Por el estrés y los nervios me quedé sin voz, la herramienta fundamental de mi carrera. Antes de subir al escenario, lloraba y me volvía loco. 

Hace un año, pude recuperarla y empecé a cantar, de a poco. Me ayuda mi fonoaudiáloga con algunos ejercicios. 

—Recuperado, volviste a los escenarios y a producir tu disco, ¿cómo te encuentra este presente? 

—Es un momento muy especial para mí, porque durante tres años no pude grabar. Hace un año y medio recuperé la voz y fue como volver a vivir, además tengo mi disco en la mano.

Te quiero tanto

La tan conocida canción de Sergio Denis tiene un impacto sorpren-dente, ya que se instaló como himno popular en las hinchadas de fútbol de todo el mundo, como por ejemplo en el Barcelona, Manchester y el Real Madrid. En Argentina, también suele ser entonada por los fanáticos del fútbol, que desde hace tiempo la asumen como propia.

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