Comenzó la 41° Feria Internacional del Libro en La Rural

La tradicional exposición fue inaugurada anoche con el discurso del dramaturgo Roberto "Tito" Cossa. Estará abierta al público hasta el 11 de mayo próximo.

El acto de apertura de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires se realizó anoche en el predio de la Rural, en Palermo, con un minuto de silencio en homenaje del escritor fallecido Eduardo Galeano.

La ceremonia se inició con un discuso del presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, con la participación, entre otros, de los ministros de Educación de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Sileoni y Hernán Lombardi, y el secretario de Cultura de México, Eduardo Vázquez.

La 41º Feria Internacional del Libro abrió ayer, primera vez, con un hombre de teatro como orador principal, el dramaturgo Roberto "Tito" Cossa, quien afirmó que "los dramaturgos somos escritores con capacidades difererentes". Fue durante una ceremonia cargada de visiones encontradas sobre el estado de la industria editorial, el valor de la lectura y la reciente muerte de Eduardo Galeano.

"¿Un dramaturgo abriendo la Feria del Libro?", se preguntó Cossa, para sostener que "salvando las distancias, me sentí como el papa Francisco: Me habían ido a buscar al fin del mundo y pedí 24 horas para pensarlo". En su alegato "corporativo", según dijo en referencia a los dramaturgos, subrayó que "los que profesamos el teatro sabemos que el prestigio se consigue en los sótanos y el dinero en la calle Corrientes".

En presencia de funcionarios nacionales, bonaerenses y porteños de las áreas de Educación y Cultura, Cossa reclamó además que la cultura "sea un política de Estado, ya que no es algo inocente que se introduce en la sociedad, se convierte en ideología", y además que "no sea sometida al mercado, porque no es una mercancía". Destacó además que hay un gobierno "que se está yendo, que puso la cultura en la agenda y la elevó al rango de Ministerio, y sentimos que por un momento nos escucharon", en tanto pidió a "quien nos gobierne el próximo año que haga que lleguen los libros a todos".

Cossa reclamó también que "el Estado y los editores hagan en común campañas de lecturas", y lanzó moderados "dardos" al apuntar "a los millones de pesos que gasta el Estado para comprar libros para las escuelas, para compensar a los autores argentinos, que es loable", dijo, pero preguntó si "¿basta con poner el libro en un estante?".

El dramaturgo, autor de "La nona", "Yepeto", "El viejo criado" y "Gris de ausencia", entre otras teatrales, también llevadas al cine, aclaró que su discurso lo escribió "antes de escuchar al ministro de Educación, Alberto Sileoni", quien hizo un extenso recorrido respecto a las políticas de compra y distribución de libros por la cartera que conduce, y pidió que "no se mercantilice".

La apertura de la Feria tuvo discursos teñidos por cierta moderación, aunque no exentos de reclamos, entre ellos el del presidente de la Fundación El Libro, Martín Gremmelspacher, quien por un lado felicitó la politica "del Ministerio de Educación de compra de libros", pero apuntó a las "dificultades que vive hoy el sector editorial librero con una disminución importante de su rentabilidad por un complicado estancamiento de las ventas".

Sileoni subrayó su satisfacción "por lo que hemos hecho y aspiramos a que los 90 millones de libros sean el piso para que los que vengan compren más libros porque, sin lugar a dudas, esto mejora la escuela argentina, el trabajo argentino y la industria editorial".

Con críticas a "algunos medios" también, el Ministro por último afirmó que "apoyamos a las pequeñas editoriales, creemos necesaria la presencia del Estado para favorecer la diversidad del mercado editorial ante su evidente concentración, mediante procesos de selección democráticos y federales".

El ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, quiso, a su turno, ser breve "para que escuchen a Tito"; confesó ser un ferviente lector de Jorge Luis Borges desde sus épocas de alumno del colegio Nacional de Buenos Aires y destacó el "diálogo fecundo entre Argentina y México, y el honor de tenerla como ciudad invitada de la Feria".

Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de México, evocó los 200 años de vida independiente de ambos países, "que dejaron un diálogo entre el sur y el norte de nuestra cultura común". También recordó a las familias y escritores que su país recibió como inmigrantes del mundo, y a los argentinos que vivieron en el exilio durante la dictadura militar.

"Registramos en aquella acogida de exilio que dio como frutos la conformación de la identidad "argen-mex", potente refuerzo de las relaciones culturales", dijo Vázquez, y citó entre ellos a Nicolás Casullo, Mempo Giardinelli, David Viñas, Humberto Costantini, Jorge Boccanera, Miguel Bonasso, Guillermo Schavelzon, Atilio Borón, Ricardo Nudelman, Alberto Díaz, Jorge Tula, Rodolfo Puiggrós, Sergio Bagú, María Seoane, Carlos Ulanovsky, Eduardo Jozami y Adriana Puiggrós.