Polémica por el máximo galardón en Literatura

Bob Dylan, sorpresivo premio Nobel

El músico estadounidense fue condecorado en Suecia con el máximo galardón literario y la decisión generó polémica 

El cantante estadounidense Bob Dylan fue distinguido ayer con el Premio Nobel de Literatura 2016 “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición de la canción americana”, según comunicó la Real Academia de Ciencias de Suecia.

El anuncio, que tomó por sorpresa a la comunidad literaria, fue encabezado por Sara Danius, la secretaria permanente del mencionado organismo, quien dijo que Dylan “ha sido un artista altamente versátil y ha trabajado como pintor, actor y autor de guiones”. De hecho, editó más libros como artista plástico que como autor. 

Por eso, la Academia destacó que además de su monumental discografía, en la que se destacan Highway 61 Revisited (1965) y Blood on the Tracks (1975), el músico publicó trabajos experimentales como Tarántula (1971) y una recopilación de sus escritos y dibujos en 1973. Además, en 2004 vió la luz un compendio de crónicas autobiográficas. 

De todas formas, los estatutos del galardón remarcan que por “literatura” se entiende: “Escritos, que por la forma de presentarse posean valor literario”.

Bob Dylan nació el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota, bajo el nombre de Robert Allen Zimmerman, en el seno de una familia de clase media. En su juventud, migró a la ciudad de Nueva York para forjar una carrera en la música folk y rock, amparado en el legado de su ídolo, el músico country Woddie Guthrie. Con el tiempo, se convirtió en uno de los músicos más importantes del siglo, llegando a ubicarse, para la revista Rolling Stone, debajo de los Beatles en la lista de los cien mejores artistas de todos los tiempos.

A pocas horas de conocerse el galardón, que consta de casi un millón de dólares como premio, las redes sociales estallaron con comentarios de fanáticos, detractores, colegas y figuras públicas que aplaudieron o cuestionaron la decisión de la academia sueca. Solo en Argentina, y a cuatro horas del anuncio, se registraban 373.000 tuits al respecto. Ante las ironías de quienes repudiaban la entrega del “Nobel de la Música”, había quienes celebraban la decisión y defendían su obra frente a la de otros autores premiados con anterioridad por la Academia sueca.

La voz de los escritores argentinos

- Mariana Enríquez

Egresada en Comunicación Social de la UNLP. Forma parte de la nueva narrativa argentina. En 2016, la editorial española Anagrama publicó su libro de cuentos Las cosas que perdimos en el fuego

“Me parece muy bien la decisión. Bob Dylan es un gran poeta. El Nobel es un premio al que le doy poca importancia en literatura, pero este me gustó, y me sorprendió mucho que causara un debate sobre “lo literario”, además del revuelo entre algunos escritores que se pusieron gremiales y burócratas. Pensé que el premio a Dylan ya era algo esperable y aceptado.” 

- Walter Lezcano

Poeta, docente de Literatura y periodista cultural. Publicó más de una docena de libros en distintas editoriales. Su última novela, de 2016, se titula Violencia Doméstica

“Es un gesto enorme del mainstream dar cuenta de que los géneros están perdiendo identidad, y este premio es una confirmación: no hay una sola manera de encarar la escritura ni de ser escritor. Dylan trascendió las barreras de la lengua para construir una maquinaria de belleza en la que se conjugan astucia, inteligencia, sonoridad, movilidad y destierro constante.”

Murió Fo: otro autor laureado

El dramaturgo y actor italiano Dario Fo, Premio Nobel de Literatura en 1997, falleció ayer a los 90 años en un hospital de Milán, donde se encontraba internado por problemas respiratorios. La casualidad propició que su deceso se diera justo  cuando se conocía un nuevo galardonado en la categoría Literatura de la prestigiosa premiación sueca.

Fo había nacido el 24 de marzo de 1926 en Sangiano, un pequeño pueblo de la provincia de Varese, Italia. Aunque estudió pintura y arquitectura, fue reconocido principalmente por su faceta de dramaturgo. Conformaron, junto con su esposa Franca Rame, un binomio intelectual consagrado esencialmente a un teatro político y satírico, en el que narraron los problemas de la sociedad de su tiempo. Como legado dejó más de cien obras teatrales, que él mismo interpretó en sus 70 años de trayectoria.

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