Carlos Casares: “Viajar para no morir”

Desde más de diez años, los pacientes con insuficiencia renal de Carlos Casares tienen que viajar tres veces por semana hacia otras localidades para recibir diálisis, al no contar en su ciudad con un espacio de nefrología que brinde dicho tratamiento. Según denunciaron ante este medio, el municipio dispuso un edificio exclusivo para realizar esta práctica pero aún no compró las máquinas necesarias que permitan filtrar la sangre de los enfermos, una función que ya no cumplen sus riñones dañados.

Mientras tanto, en esa localidad del interior bonaerense, los pacientes, literalmente, se mueren. De nada sirvieron las marchas que se realizaron bajo la consigna “Viajar para no morir”, ni que la corte Suprema de Justicia de la Provincia haya fallado a favor en 2015 de la acción de amparo colectiva que realizaron los casarenses para habilitar ese espacio. “Hay algunos resignados que, hartos de viajar, se dejan morir”, explicó a este medio el abogado Raúl Andreoli, representante de todos los pacientes de dicha localidad.

“En 2013 se firmó una ordenanza para restablecer el servicio que se había interrumpido diez años antes. El municipio montó la obra pero ahora el espacio está inutilizado. Necesitamos que empiece a funcionar ya, no se puede esperar un día más”, pidió Andreoli.

Este abogado, hijo de una mujer que padeció la problemática, aseguró que la inversión que tiene que realizar la comuna no supera los dos millones de pesos, una suma que se presenta accesible, considerando otros gastos corrientes. Los perjudicados esperan que su protesta, que lleva años, finalmente llegue a los oídos de las autoridades.

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