Bahía Samborombón

Científicos platenses investigan la transmisión de la gripe aviar

En colaboración con guardaparques de la Reserva Natural Bahía Samborombón, especialistas del Conicet y la UNLP estudian las aves migratorias provenientes de Estados Unidos con el fin de prevenir la propagación de la enfermedad

Las aves migratorias que viajan desde las costas estadounidenses hasta la bahía de Samborombón son estudiadas en conjunto por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y el Estado de Nueva York, con el fin de prevenir la transmisión de la gripe aviar y otras enfermedades. 

Este proyecto, que está a cargo del grupo de guardaparques de la Reserva Natural Bahía Samborombón y convoca a biólogos especialistas en aves y científicos del INTA, el Conicet y la UNLP, permite investigar la biodiversidad y contribuye a prevenir la propagación de algunas de las enfermedades que las especies avícolas podrían portar.

Para poder llevar adelante este trabajo sanitario, cuando la bandada llega a la bahía los investigadores capturan a los ejemplares con una red, los anillan, les toman muestras de sangre y les realizan isopados para estudiar qué virus traen y llevan estos animales. Luego los liberan. 

“A través del anillo que se les coloca en una de sus patas, el ave es identificada con una numeración. Es como su fuera su DNI y permite realizar un seguimiento de su comportamiento y su estado sanitario”, dijo Gabriel Castresana, uno de los responsables de la investigación. El especialista añadió que “los estudios son de captura y recaptura. Ahí uno va viendo por dónde migran, la ruta que hacen y si contraen enfermedades”. 

A su vez, Castresana explicó que “lo que se hace es buscar presencia o ausencia de gripe en las aves que llegan a la Argentina en noviembre y se van entre marzo y abril. Durante ese tiempo hacemos monitoreos de distinto tipo. La cepa de la gripe cambia todos los años, por eso es importante este estudio, para contribuir a la prevención y aportar al desarrollo de la vacuna”, detalló el especialista. 

En esta ocasión, se capturaron 130 aves, de las cuales 30 ya estaban anilladas por investigadores de otros países como EE. UU., Portugal y Brasil.

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