Coleccionar figuritas de fútbol ya no es sólo cuestión de niños

Se acerca una nueva Copa América y ya se presentó el álbum oficial. El diario Hoy realizó un informe sobre este hobby, donde especialistas de distintos ámbitos, destacan que se convirtió en algo familiar y no únicamente de niños

Completar el álbum de los grandes acontecimientos deportivos, se convirtió en un ritual de muchas familias de nuestro país. Si bien los precios de los paquetes con figuritas, ha incrementado en su precio, los padres se la rebuscan para, en menor medida que muchos años atrás, ir llenando todas la páginas con un poco más de paciencia. Se acerca el campeonato de la Copa América Chile 2015 y el álbum de la competencia tiene 48 páginas y 348 figuritas con las mejores imágenes de los jugadores de las selecciones participantes, sus emblemas, los estadios, las ciudades y el trofeo.

“El juego es un ámbito propicio para que los chicos ejerciten lo que se llaman funciones ejecutivas, la parte del cerebro que actúa como organizador central de todo lo que hacemos. La práctica de coleccionar figuritas desafía a los chicos a tener que ordenar, secuenciar, hacer memoria, adjudicar valores y preferencias, y prestar atención entre muchas otras cosas. Este tipo de actividades son ideales para fomentar y estimular el desarrollo de dichas funciones, que serán clave en la adultez para el éxito en el desempeño académico y el ámbito laboral”, aseguró Sofia Geyer, especialista en neurociencias del equipo de Estanislao Bachrach.

El coleccionismo se propagó desde los más chicos hasta los adultos en forma natural y hoy el álbum reúne a las familias en torno a una misión y diversión conjunta. Abuelos, hermanos, padres, tíos, sobrinos, hijos y nietos comparten la emoción que se despierta cada vez que aparece dentro de un nuevo sobre la estrella que estaba faltando. "Los padres incentivan a sus hijos para que las junten y se familiaricen con los números y las letras", le explica a Hoy, Jorge, dueño de un kiosco de nuestra ciudad y además, coleccionista de figuritas de fútbol. "Tenemos muchos clientes grandes, coleccionistas que vienen juntando desde los años '80. Para el Mundial o una Copa América como la que se viene, aparecen todos", remarcó el comerciante.

"Hay mucha demanda, en el Mundial compran todos". Jorge afirma que son importantes las sumas que se manejan por colecciones viejas, tanto de Copas Mundiales como del ámbito local. "Los viejos se enganchan más que los pibes, se juntan a cambiar figuritas en los parques, van con listitas y todo". "En los últimos eventos empezamos a notar que cada vez son más los coleccionistas adultos que se permiten darse el gusto de volver a ser niños", dijo durante el Mundial pasado, uno de los representantes de la empresa que distribuye el álbum en nuestro país al propio Jorge.

Por último, Ezequiel Bedoya, de 42 años, se sinceró: "Por motivos obvios no puedo cambiar figuritas en el trabajo, pero lo que hago es compartir con mi hijo para que él me las cambie con los amigos en el colegio. Es lo que hay", detalla uno de los miles de adultos que vive como si fuera un niño esta actividad que mezcla la devoción por el fútbol y el inoxidable desafío de llenar un álbum de figuritas. No importa cuánta computadora, Playstation o tecnología haya. Para muchos, las figuritas, siguen siendo irremplazables.