A 207 años de la Revolución

Cómo viven el 25 de Mayo los platenses

A 207 años de los hechos que iniciaron el camino emancipador de la Nación, la ciudad se viste con trajes que evocan a los miembros de la Primera Junta, escarapelas y comidas típicas para revalorizar esta fecha patriótica

Por si algún desprevenido todavía no lo sabe, hoy es feriado nacional porque se conmemoran los 207 años de la Revolución de Mayo. Durante aquella semana, que se extendió del 18 al 25 de mayo de 1810, se produjeron una serie de levantamientos que acabaron con la renuncia forzada del virrey Cisneros, quien fue reemplazado por la Primera Junta de Gobierno. Estos acontecimientos representaron el punto inicial de un proceso de independencia que se concretó seis años más tarde, el 9 de julio de 1816. 

A más de dos siglos de aquellos años heroicos que ayudaron a establecer los cimientos para convertirnos en un país libre y en el afán de mantener viva la historia, madres y padres siguen confeccionando trajes y galeras para que sus hijos puedan representar en los actos de los colegios a los integrantes de la primera junta: Cornelio Saavedra, Castelli, Manuel Belgrano, Azcuénaga, Alberti, Mateu, Larrea, Juan José Passo y Mariano Moreno.

Además de inmortalizar a estos personajes de la historia argentina, esta fecha también representa una oportunidad para lucir con orgullo las escarapelas y para degustar alguna de las elaboraciones criollas. Surgidas durante el Virreinato del Río de La Plata, cuando se fusionaron las tradiciones indígenas con las costumbres españolas, se han convertido en platos clásicos de nuestra Nación. Por este motivo en muchas mesas hoy habrá asado, empanadas criollas, humita, puchero, carbonada, pastelitos de membrillo, alfajores de maicena, tortas fritas y también el infaltable chocolate con churros.

Párrafo aparte merece el locro, plato vedette de esta fiesta tradicionalista. Según estimaciones, preparar en los hogares esta receta a base de maíz blanco, porotos manteca, carne de falda, cerdo, panceta ahumada, zapallo plomo y chorizo colorado tiene un valor de $37,60 por porción.    

Bastante más abultado resulta el precio en restaurantes, donde la ración oscila entre los 150 y los 180 pesos. “Tenemos muchísima demanda, solemos vender más de cien porciones”, explicaron desde un afamado restaurante local. 

En primera persona

Daniel Berman - biólogo 

“Es una fecha importante, que tiene que estar instalada en el seno del colegio. Hay que trabajar la memoria a nivel familiar, pero también en las instituciones intermedias y educativas. En mi caso lo festejaré en familia, con un buen vino y un asado criollo”. 

Ligia Arias - empleada estatal 

“La cocina no es mi fuerte, así que espero que mi marido haga un locro o alguna de las comidas típicas que se preparan en estas fechas. Tal vez por la tarde los agasaje yo con chocolate caliente y pastelitos”.

Lorena Massaccesi - abogada

 “Aprovecho para viajar a mi Saladillo natal para visitar a la familia y descansar el fin de semana. Allá seguramente vayamos a los actos de la plaza, donde históricamente se realizaron desfiles y en donde se pueden probar muchas comidas típicas”.  

Reflexiones sobre 1810

Por Dra. María Emilia Sandrín Becaria postdoctoral del Conicet. Docente de Historia Argentina en la Universidad Nacional de La Plata

“Todos en alguna medida sabemos lo importante que fue el 25 de mayo de 1810. Desde pequeños aprendimos que una Junta integrada por patriotas gobernaba en nombre del rey que ya no estaba en el poder, que los pueblos americanos aprovecharon la coyuntura y formaron un gobierno propio, que así nació la Patria.

Uno de los tantos interrogantes que genera el proceso revolucionario es con respecto a las problemáticas relacionadas al sistema de dominación existente y su crisis. ¿Existiría alguna relación entre el desempeño económico de los actores sociales y su comportamiento político? ¿Habría una relativa autonomía de las ideas políticas con respecto de las condiciones económicas? 

Según mis análisis sobre un sector social del mercado de trabajo portuario regional, integrado por bizcocheras, calafates, herreros, carpinteros, estibadores, peones, entre otros, la Corona en el siglo XVIII fue la mayor fuente de demanda de sus trabajos, a través de la provisión de bienes y servicios para el abastecimiento de barcos y tropas reales. La subsistencia de estos sectores sociales medios y bajos dependería de las demandas que la Corona generaba. Esto nos llevaría a pensar que los proveedores serían fieles a quien les diera trabajo. Sin embargo, en lo investigado hasta el momento, las posturas políticas tomadas por diversos proveedores al momento de la Revolución rioplatense fueron diferentes. Varios fueron defensores del poder real hasta último momento. Buena parte del bajo pueblo habría apoyado en gran medida a la élite en su esfuerzo revolucionario.

Como historiadores sabemos que hubo en estos 200 años otras revoluciones posibles, deseadas, imaginadas. Revoluciones derrotadas por acontecimientos de su época y también derrotadas por años de historia oficial que los jóvenes historiadores intentamos cuestionar, analizar, trabajar”. 

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