Magalí Juares, revelación del folclore local

Cosquín: una platense irá por la consagración

Magalí Juares, una de las revelaciones del folclore local, viajará por decimosegundo año consecutivo al encuentro más importante de música popular de la Argentina. Una historia de sacrificio y unión familiar 

A la edad en que los nenes empiezan a dejar los pañales, ella ya quería ser cantante. A los 3 años, Magalí Juares le pidió a su maestra entonar su repertorio en un acto del jardín de infantes. Sorprendida por la voz de su alumna, la docente les sugirió a sus padres hacer algo con ese talento natural. Por eso su papá, un hombre al que no le sobra el dinero pero sí el amor, depositó todo su esfuerzo para que ella pudiera cumplir el sueño de convertirse en cantante profesional. Hoy, con 24 años, es una de las promesas del folclore platense.

Junto con su familia, desde hace más de doce veranos viaja ininterrumpidamente hacia Cosquín para hacerse escuchar en ese selecto círculo. Con una carrera en ascenso, desde muy chica viene presentándose en los escenarios más importantes del país. En diferentes oportunidades fue finalista del Precosquín, entre más de 2.000 participantes. Además, quedó entre los mejores en los concursos callejeros de la localidad cordobesa y también llegó la última instancia en el certamen de Revelación de Peñas. 

Por su talento y dedicación tuvo la oportunidad de cantar con artistas de la talla de Peteco Carabajal y ser invitada al programa Ecos de mi tierra, conducido por Soledad Pastorutti. Pero antes de los reconocimientos, hay una vida de esfuerzos. 

Sin sacrificio no hay éxito

Para concretar sus primeros pasos artísticos, los casi 900 kilómetros que separan La Plata de la capital del folclore los unía en un Fiat Duna gasolero. Como sardinas enlatadas, en el pequeño bólido viajaban juntos su papá, mamá, su hermano percusionista, un músico y la propia Magalí. 

También había que dejar lugar para los bolsos y los instrumentos. “Ahora pude comprar una camioneta y todos viajamos más cómodos. Son como nuestras vacaciones. Vamos en familia y aprovechamos para que Magalí pueda mostrarse”, explicó Ricardo “Chiqui” Juares, padre de esta voz privilegiada. 

En Cosquín, el mítico escenario Próspero Molina todavía la está esperando en el horario central. Mientras tanto, ella canta en las peñas que se realizan en las inmediaciones del lugar y también en los concursos callejeros, que otorgan al ganador una contratación para la próxima edición del festival. 

“Siempre llego a la final y los jurados se ríen porque yo digo que a esta altura no lo voy a ganar nunca. Esperemos que este año se me dé. Estos espacios representan una muy buena oportunidad para que la gente conozca lo que hago”, explicó Magalí. 

“Yo le digo que no pretenda hacerse famosa, que disfrute de todo el recorrido. Si ella tiene como único objetivo convertirse en una estrella, en caso de no poder lo­grarlo tal vez pueda llegar a sentirse frustrada. Tenemos una sola vida y hay que hacer lo que a uno le apasiona. Magalí ya lo está haciendo y eso para mí es un orgullo”, dijo emocionado su padre, el encargado de inculcarle el amor por la música popular. 

Magalí hoy se dedica exclusivamente a la música. A punto de recibirse como cantante lírica del Conservatorio, dicta clases de canto y también es docente en diferentes colegios de la ciudad. En simultáneo, realiza presentaciones en festivales y contrataciones privadas. 

El 21 de enero volverá a viajar a Cosquín en busca de su sueño. Los platenses pueden estar tranquilos: serán muy bien representados.

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