El Ceamse se cierra en 2017

El gobierno bonaerense ratificó el cierre del relleno sanitario y la construcción desde abril próximo de una Planta de Tratamiento Mecánico Biológico con capacidad para tratar 800 toneladas diarias de residuos

En la jornada de ayer se ratificó el cierre del relleno sanitario de la Ceamse en Ensenada a partir de enero de 2017 y la construcción desde abril próximo de una Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) con capacidad para tratar 800 toneladas diarias de residuos.

Así se estableció en una audiencia presidida por el titular de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, a la que asistieron autoridades provinciales, de la Ceamse, Fiscalía de Estado, Defensoría del Pueblo, municipio de Ensenada y distintas organizaciones no gubernamentales.

El municipio de Ensenada y la Ceamse negociaban el otorgamiento del predio en el cual se construirá el nuevo complejo ambiental, dado que las tierras son propiedad de este municipio.

Por su parte, la Ceamse, se comprometió a iniciar la obra de la nueva planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) con capacidad para tratar 800 toneladas por día, el 1 de abril de este año.

Los residuos en la planta de TMB pasarán por distintas etapas de separación, primero el "material voluminoso" (electrodomésticos, troncos, y demás desechos grandes) y luego un sistema llamado "tromel" concentra el material orgánico, que representa casi la mitad del total.

El proceso continúa con la separación de materiales livianos y restos reciclables, en forma manual, precisó un comunicado del OPDS.

El material orgánico es bioestabilizado para que quede neutralizado y al final del procedimiento queda un rechazo, el cual luego de ser compactado y enfardado, es envuelto en el film apropiado, y se lo utiliza para rellenar canteras.

El relleno sanitario de Ensenada funciona desde 1982 para recibir los residuos sólidos urbanos de los municipios de la región que alcanzan en un promedio las 1.060 toneladas por día.

También funciona allí una Planta de tratamiento de líquidos lixiviados con una capacidad de 200 metros cúbicos por día, que deben ser tratados debido a su carga bacteriológica y química antes de verterlos en medios naturales ya que pueden contaminar las aguas superficiales, subterráneas o el suelo.