El Colegio Nacional fue sede de la 34ª Olimpíada Matemática Argentina

En la institución de calle 1 se llevó a cabo la instancia regional, clasificatoria para la competencia nacional. Los problemas apelan al ingenio y la creatividad, logrando cautivar a una importante cantidad de estudiantes

Más de 170 estudiantes de La Plata coparon ayer las aulas del Colegio Nacional Rafael Hernández para participar de la instancia regional de las 34ª Olimpíada Matemática Argentina (OMA). 

Del certamen, que sirve como instancia clasificatoria para las competencias nacionales que se desarrollarán el próximo mes de noviembre en La Falda, Córdoba, participaron alrededor de cien alumnos, que representaron a más de treinta colegios. El edificio de calle 44 de la Escuela Italiana también sirvió como sede para la competencia. 

En el concurso, que tiene como objetivo que los alumnos descubran sus aptitudes teniendo un contacto real con el quehacer matemático, además participaron estudiantes de es­cuelas de Berisso, Ensenada, Brandsen, Cañuelas, Roque Pérez y San Miguel del Monte.  

Al respecto, Marta Duarte, coordinadora de las OMA en La Plata desde hace más de treinta años, explicó ante este medio: “Los ejercicios apelan al ingenio, la creatividad y la lógica. Tienen una base de Matemática, pero son problemas muy distintos a los que se resuelven en la escuela. De hecho, los chicos dicen que hay una Matemática olímpica y una Matemática de la otra”. 

Acompañando a su alumnos en este proceso, Adrián Carnevale, profesor de Matemáticas del Colegio San Simón aseguró que “a los chicos les apasiona esta materia y uno como docente trata de acompañarlos en este camino. Vine hasta el colegio porque siento que mi presencia puede tranquilizarlos o darles mayor seguridad”. 

“Las pruebas son muy difíciles de corregir. A la hora de evaluar  tenemos que ponernos a la par de ellos”, explicó Duarte, que toda su vida se dedicó a la docencia y que aún jubilada sigue vinculada a estas prácticas. 

Según la organización de las Olimpíadas Matemáticas, a partir de estos contactos los estudiantes logran descubrir sus preferencias, ya sea en relación con la ciencia, la tecnología o con el resto del mundo intelectual:  desde la Filosofía, la Historia, la Economía hasta la música, la pintura y la Literatura.

“Hay ejercicios que uno piensa que no van a poder resolver y luego encuentran los caminos de una forma asombrosa”, concluyó Adrián Carnevale.

Noticias Relacionadas