Inundaciones en la provincia

El río Salado no baja y sigue generando preocupaciones

Especialistas de la zona aseguran que tardará dos meses en bajar al nivel normal. Además, se esperan lluvias para Octubre y Noviembre y las cuencas están saturadas  

A pesar de que ya no llueve, y el agua del río Salado está disminuyendo, las inundaciones no dan tregua en la provincia de Buenos Aires y autoridades oficiales se refirieron al tema. La mayoría asegura que la situación podría volver a la normalidad, recién dentro de dos meses. "Somos optimistas y estimamos que, si no llueve, el agua bajará en el transcurso de uno a dos meses", señaló el director de Servicios Públicos del partido bonaerense de Lezama, Daniel Bonifacin.

Una de las localidades más afectadas por la crecida del Salado pro las lluvias de las últimas semanas es Lezama. En esa zona de la provincia bonaerense llovieron hasta 500 milímetros en menos de una semana a mediados de agosto pasado. El jueves pasado, el caudal del río Salado alcanzó su pico máximo en esa ciudad. "La cantidad de agua en la zona es importante", declaró Bonifacin e indicó que el agua "está comenzando a bajar lentamente" y que ya se habilitó la ruta 57 para el tránsito liviano.

Con respecto a esta situación, el diario Hoy se comunicó con Pablo Romanazzi, Ingeniero Hidráulico e Investigador de la UNLP, quien explicó que  “la zona inundada es la zona más baja. Se le llama región deprimida del Salado y es una zona que no tiene prácticamente pendiente para poder descomprimir y depende sólo de la bahía del Samborombón y además hubo una caída de agua muy grande”. Además, alertó sobre posibles lluvias en los próximos meses: “el problema de eso, y que es aún mayor, que se esperan lluvias importantes para Octubre y Noviembre y sin dudas va a volver a inundarse. Mi foco y preocupación apunta más en ese orden que en lo que significa la desconcentración del agua que ya está. El tema es la lluvia de verano y que encuentre la cuenca saturada como está ahora”. 

Por otra parte, el especialista aseguró que “el río Salado no tiene pendiente históricamente. Lamentablemente es una zona donde hay que convivir con el agua. Se han hecho obras, se ha buscado la manera por lo que yo conozco, sin embargo es muy difícil poder contrarrestar y más con  la cantidad de agua que está cayendo y con estos cambios climáticos”. 

Romanazzi finalizó que “con estos cambios del clima se ha agravado la situación. Acá hay que proponerse cuidar las zonas urbanas y entender que en ese sector no queda otra que convivir y tratar de perder lo menos posible”.