Villa Elvira

Fuerte reclamo pidiendo la apertura del supermercado de 120 y 80

Vecinos y empleados volvieron a movilizarse para lograr el inicio de las actividades comerciales del Día% de Villa Elvira. “No puede ser que decidan dónde gastamos nuestro dinero”, explicaron

Con todas las habilitaciones en regla, el visto bueno del Ejecutivo municipal y la mercadería en sus góndolas, el supermercado que iba a funcionar en 120 y 80 aún no inició sus actividades. 

Algunos comerciantes de la zona se resistieron a su funcionamiento, mientras que muchos vecinos reclamaron por su apertura. 

El conflicto terminó en el Concejo Deliberante, donde algunos ediles opositores impulsaron la suspensión por 180 días de la puesta en marcha del emprendimiento. 

En ese marco, se creó una comisión que no llegó a expedirse antes del inicio del receso invernal. 

Así, la cadena supermercadista puso en consideración la posibilidad de abortar el proyecto. Un hecho que, de concretarse, dejaría a 40 familias en la calle. 

Ahora, numerosos vecinos de la zona reclaman su funcionamiento tanto por razones de empleo, como por los precios y mejoras que un proyecto de esa  envergadura podría traer a la zona. Tras reuniones con distintos ediles locales, entre varias idas y vueltas, ayer se realizó un nuevo encuentro en las puertas del comercio, donde se protestó quemando gomas y reclamando a viva voz por la efectiva inauguración del proyecto comercial. 

Fuentes cercanas al Municipio explicaron que el Ejecutivo estaría tratando de arbitrar a favor de su apertura en el corto plazo. De todas formas, la opinión del Concejo, que no logró expedirse, no sería vinculante, dado que la autorización depende del Ejecutivo.

La voz de los vecinos

Mabel Godoy: “Algunos concejales están de acuerdo, y hay dos o tres que están haciendo política en otros barrios y no nos dejan abrir el supermercado. No puede ser que veinte comerciantes manejen nuestro sueldo. Debido a cómo subieron los precios estos días y siendo jubiladas, la realidad es que lo necesitamos. Además, es un adelanto para el barrio: gracias al súper nos arreglaron las luces. Desde el municipio nos dan respuestas alentadoras, pero después se nos cae todo. Yo al almacén de barrio le dejaba 3.000 pesos por semana, y no me daban ni una boleta. Tengo que ir a los grandes supermercados a comprar cada 45 días, y acá compro lo que me va faltando”.

Elizabeth Aronne: “Los que cobran el mínimo, o una pensión, tienen derecho a que le devuelvan los 300 pesos del IVA. Mi mamá cobra una pensión y no tiene  donde la atiendan con su tarjeta para devolverle el IVA, más allá de que no te dan ninguna boleta. No podemos abonar con otros medios de pago. Somos rehenes de un grupo de comerciantes que te cobran lo que quieren y no aceptan tarjeta de crédito”.

Elena Fuchs: “No le compramos todo a los comercios de la zona. El 80% nos vamos a grandes supermercados y hacemos las compras del mes. O sea que el comerciante no se va a perjudicar. Cuatro o cinco comercios pagaron dos abogados para que esto no se abra. Eso ya lo hicieron hace dieciseis años, y ahora lo volvieron a hacer. Acá hay gente carenciada que no puede ir a comprar al almacén, necesita precios más bajos”.

Roberto Rocha: “Yo, como vecino, lo que quiero es que haya diversidad de comercios y precios. Al servicio de los consumidores nadie les preguntó si estábamos de acuerdo. Estoy seguro de que mucha gente que no está presente hoy quiere que este negocio se abra, porque yo tengo derecho a elegir dónde gastar mi dinero. Además es una fuente laboral, que le da a trabajo a 25 personas, con el agregado de que van a trabajar otras 200 personas más vinculadas al negocio, lo que también valoriza las propiedades del barrio. No es tener un local y sacar otro, si es una mejora para el barrio, bienvenida sea. Además, ¿quién le va a dar empleo a la gente que se queda sin trabajo si esto cierra? Que tomen una decisión favorable para toda la zona”. 

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