Gran celebración religiosa en la Parroquia Pompeya

La Iglesia platense de 19 y 62 recibió centenares de fieles que asistieron para venerar una famosa cruz a la que le atribuyen milagros

Como cada 28 de agosto, cientos de personas se acercaron a la Parroquia Pompeya, de 19 y 62, para pedir y agradecer ante una famosa cruz que desde hace diez años se venera en el lugar. Se trata de una réplica de otra presente en Santiago del Estero, conocida popularmente con el nombre de Señor de los Milagros de Mailín. 

La celebración convocó a platenses y fieles de distintos puntos de nuestra Provincia, que asistieron a la Misa que se realizó por la mañana. Luego participaron de una peña de comida y baile santiagueño.

En diálogo con Hoy, Isidoro Castrogiovanni, organizador de la jornada, comentó: “Soy devoto del Señor de los Milagros de Mailín desde hace más de 20 años. Es un Cristo muy milagroso, especialmente con los enfermos”.

Asimismo contó que la réplica de la cruz está en la parroquia platense desde hace diez años y aseguró que, desde esa fecha, los fieles ya llenaron dos cuadernos de agradecimientos y pedidos hacia el Cristo.

En este sentido, comentó que el 10 de septiembre se realizará una peregrinación hacia Mailín para asistir una de las fiestas que se llevan a cabo en esa localidad.

En primera persona

Castrogiovanni asegura que vivió de cerca varios milagros: “Mi hija no podía quedar embarazada. Se hizo todos los tratamientos que alguien pueda imaginarse para conseguirlo, pero no lo lograba. Un día, un cura me dijo que había que pedir con mucha fe. Así que en mayo de 1999 decidimos viajar con ella y su marido a Mailín, y cuando llegamos al Cristo le pedí un nieto. En noviembre de ese año quedó embarazada. Ese día le pedí permiso al padre Américo de la Parroquia Pompeya para traer una réplica de la cruz a La Plata, tras contarle la historia”.

La historia 

Mailín es una ciudad perteneciente a la provincia de Santiago del Estero, en la que viven alrededor de 300 personas. 

Se cuenta que, en el año 1767, quienes habitaban el monte santiagueño de ese pueblo divisaron una luz muy potente que los asustó. “Un día, Juan Serrano, un hachero de la zona, decidió ir en busca de la luz. La hallaron dentro del hueco de un árbol. Ahí encontraron una cruz, y como no pudieron quitarla le construyeron una capilla”, explicó uno de los fieles. 

El primer milagro que se le atribuye a la cruz señala a un sacerdote paralítico de Santiago, de quien se dice que tras verla pudo volver caminando a su casa. De allí en adelante, incontables historias reafirmaron hasta hoy la fe de sus creyentes. 

Falleció monseñor Vicente Ciliberto

Ayer por la mañana murió monseñor Vicente Ciliberto a los 85 años. Hoy a las 11, el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, presidirá la Santa Misa exequial. Los restos del sacerdote recibirán sepultura en el panteón del Clero, en el cementerio platense.

Ciliberto nació el 15 de marzo de 1931 en Remedios de Escalada, Provincia de Buenos Aires, y el 28 de noviembre de 1954 fue ordenado sacerdote en La Plata.

Fue cooperador en Temperley, profesor en el seminario menor Nuestra Señora de Luján, vicario cooperador en la Parroquia San José Obrero, y vicerrector y prefecto general del seminario Sagrado Corazón, de Gándara.

Dictó el seminario mayor San José de La Plata y fue profesor ordinario de la Universidad Católica Argentina.

Atendió la capilla San Francisco Javier de Los Hornos y desarrolló una vasta labor educativa y cultural.

Francisco saludó a los marinos de la Fragata Libertad 

Ayer, el Papa saludó a los marinos del buque escuela Fragata Libertad que se encontraban participando del rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro.

Lo hizo en castellano, aclarando que hablaba en su idioma natal “porque la tierra tira”.

“Saludo a todos los peregrinos provenientes de la Italia y de los diferentes países, en particular a los marinos de la nave escuela argentina, Fragata Libertad” dijo Francisco.

El grupo de marinos uniformados respondió el saludo papal agitando sus gorras en alto y levantando una enorme bandera argentina que habían llevado con ellos a la Plaza.

Momentos antes, Francisco festejó la beatificación de la monja santiagueña Mama Antula, realizada el sábado pasado. 

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