Histórico hallazgo paleontológico

Paleontólogos argentinos encontraron los fósiles de los mamíferos más antiguos de la Antártida. Se trata de una especie que vivió hace unos 55 millones de años, cuando el continente blanco albergaba verdes bosques tropicales

Un equipo de científicos del CONICET, entre los cuales se encontraba un platense, hizo un gran descubrimiento al encontrar una falange y un diente fosilizados del mamífero más antiguo descubierto en la Antártida. Este hallazgo aportó valiosas evidencias sobre la biología y la geografía de aquellos tiempos remotos en los que el territorio no estaba cubierto de nieve sino de espesos bosques. 

Los resultados del análisis de las piezas indicaron que los fósiles corresponden a un herbívoro no mucho más grande que una oveja perteneciente a la familia Sparnotheriodontidae, del orden Litopterna. Según se sabe, esta especie habitó en América del Sur en las primeras épocas del Cenozoico, luego de la extinción de los grandes dinosaurios, hace alrededor de 65 millones de años.

“Si bien se sabía que los Litopterna habitaron este territorio, los materiales encontrados son atribuidos a una forma distinta y mucho más primitiva, que suponemos que sólo existió en la Antártida”, señaló a Hoy Javier Gelfo, investigador adjunto del CONICET en el Museo de La Plata y primer autor de la publicación. 

El más antiguo de los mamíferos

El experto explicó que hasta ahora no había registro de fósiles de mamíferos placentarios terrestres tan antiguos en lo que hoy es el continente blanco. “Las piezas datan de 5 o 6 millones de años antes de lo más antiguo que se conocía”, aseguró.

En este sentido, uno de los aportes más relevantes correspondió al campo de la paleogeografía, teniendo en cuenta que en el pasado el Hemisferio Sur conformaba un súper continente llamado Gondwana que comenzó una paulatina fragmentación hace 200 millones de años.  “Se calcula que hace 58 millones de años los dos bloques continentales ya no tenían ninguna conexión, con lo cual estos restos, que tienen poco más de 55 millones, no pueden haber pertenecido a animales que vivieron a ambos lados, porque el puente terrestre se había cortado”, aseguró Gelfo. Y agregó: “No hay restos de esta especie en Sudamérica, que precisamente es un continente con tanta identidad faunística que se han encontrado fósiles de un mismo género de Sparnotheriodontidae tanto en la Patagonia como en Río de Janeiro. Esta forma, en cambio, no está en otro sitio más que en la Antártida, por eso la consideramos propia de allí”. 

Esta situación más el hecho de que el animal fue un herbívoro obliga a imaginar un continente antártico completamente distinto al actual. Para concluir, Gelfo reflexionó: “El hallazgo abre nuevos interrogantes sobre la evolución de los mamíferos en América del Sur y en la Antártida, un continente de cuyo pasado conocemos escasos fragmentos, y que promete un gran futuro para la humanidad”.