La carta de una joven sobre el acoso callejero se viralizó en las redes

La publicación de una joven en Facebook contra el acoso callejero y el femicidio se viralizó en las redes sociales. Todo, dos semanas antes de la marcha #NiUnaMenos

Enojada y cansada por un acoso callejero que sufrió ese día, una chica empezó a escribir una carta que publicó en su cuenta de Facebook. Seis días después, el posteo fue compartido más de 37 mil veces y tiene 17 mil “me gusta”.

Tiene 21 años, estudia Comunicación Social en la UBA y trabaja en una financista. Desde el jueves pasado es además, la receptora de miles de mensajes y comentarios de personas que la apoyan, la felicitan, la insultan.

“Un chico me escribió para agradecerme por abrirle los ojos y me dijo que él solía decirle cosas a las mujeres que se cruzaba en la calle. Eso me emociona. Con que uno me diga que esto le genera un cambio, me alcanza”, explicó.

La carta completa:

“Salgo de mi casa, el trabajador de la obra de mi vecino me dice "hola mi amor". Leo twitter, desapareció Ángeles R. Camino por la estación de La Lucila, un hombre se me acerca y me dice que con mi culo me invita a cagar a su casa, el policía solo mira, le respondo al señor que es un desubicado y recibo "loca" como respuesta. Quiero llorar. Me subo al tren. Abro el diario online, desapareció Lola L C.. Aprovechan el poco espacio para apoyarse y no precisamente contra las paredes o barandas del interior del tren. Miro al borracho mirarle las tetas a una mujer en vez de los ojos marrones, quiero vomitar. Camino por el subte, los policías fichan más cuerpos que delincuentes. Abro facebook, encontraron el cuerpo de Melina R. Camino por Lavalle, me ofrecen comida a cambio de sexo.... Llego a casa, duermo. Me despierta la desesperación de un secuestro virtual. Mi familia conmociona y siente el miedo de perderme en un segundo. Pero yo estoy aca, mientras a Wanda T. la prende fuego el novio.... Salgo por la noche, no me tocó viajar con el taxista que viola y se fuga, festejo esta suerte, miserable. Camino en pollera que no me llega a las rodillas y musculosa, pareciera que tengo un cartel con una invitación para recibir guarangadas, para ser disminuida, solo por dejar ver mis piernas. Quiero gritar. Un billete de 2pesos es menos manoseado que una mujer en un boliche, en el tren o en el subte en hora pico..... miro twitter devuelta, desapareció Daiana G yendo a buscar trabajo.... me vuelvo a despertar, camino, respondo para adentro que mi papá no es pastelero, que no se me cayó ningún papel y que no te quiero sentir ni el aliento, ni tu mano y tampoco escucharte. En el tren vuelvo a mirar las noticias, Chiara apareció enterrada, le doy refresh a la página, desapareció una arquitecta profesora de la UBA, le doy refresh devuelta, un asesino quedó libre...

Yo también salgo y uso taxi. Yo también me visto provocativa. Yo también busqué trabajo a las 4 de la tarde. Yo también tuve novio. Yo también me fui de vacaciones sin mi familia. Yo también tengo miedo. Mi pollerita, ni mi sonrisa, ni la hora del día, ni lo insoportable que pueda llegar a ser, le da a nadie el derecho, ni el poder y menos que menos la invitación, a nadie, a recibir lo que recibo caminando en esta sociedad a diario. No busco halagos y menos guarangadas, no busco que me toquen y menos que me quieran violar, no busco, no quiero, no invito, a nadie a nada. Entonces por favor, no lo hagas..... y entonces pienso, necesitamos ayuda.

La arquitecta aparece con vida y festejamos, festejamos que no pasó nada. Festejamos la vida por el miedo y no la vida por vivirla.

Tengo 21 años, vivo en Buenos Aires. Hablemos de esto”.

“Hace dos días creía que no podía hacer nada al respecto. Estoy triste, porque esta situación es real, pero ahora no me siento impotente. Quiero que esto sea el impulso de un cambio”, concluyó.