Miles de personas marcharon en todo el país

#NiUnaMenos: contundente grito contra los femicidios

El paro nacional de mujeres se llevó adelante ayer con enorme éxito en todo el país. Masivas concentraciones marcaron el repudio a la violencia de género. Más de 10.000 platenses marcharon por las calles de la ciudad. Las demandas también visibilizaron la problemática en el plano laboral  

Ni el viento ni la lluvia pudieron detener a las cientos de miles de mujeres que realizaron ayer un contundente y ma­sivo paro de actividades en contra de la violencia de género. La medida mostró el nivel de conciencia generado en la sociedad ante un grado de violencia cada vez mayor que tiene como principal víctima al sector femenino, y que ha llevado a una preocupante tasa de femicidios.

Vestidas de negro y portando carteles contra la inacción del Estado para detener este flagelo, las mujeres de todo el país marcharon ayer por las calles con claras consignas: “Basta de femicidios”, “Emergencia nacional ya contra la violencia machista” o “Justicia y protección a las víctimas”, que se pudieron leer en los letreros de quienes marcharon.

Si bien el epicentro de la jornada estuvo en territorio porteño, en la ciudad de La Plata más de diez mil personas salieron a expresar su repudio al avance de la violencia. La convocatoria organizada por el colectivo “Ni una menos” partió desde Plaza Moreno, para marchar luego por diagonal 74 hasta Plaza Italia y seguir su camino hasta la Gobernación, donde se leyó un comunicado en el cual se pidió políticas públicas y efectivas en forma urgente contra el maltrato del hombre hacia la mujer.

Uno de los gritos centrales de las manifestantes fue “Vivas nos queremos”, que englobó el reclamo de una convocatoria que cobró fuerza movilizada por la fuerte indignación que generaron en la sociedad los reiterados femicidios, como el aberrante caso de la adolescente Lucía Pérez en la ciudad de Mar del Plata la semana pasada. En total, ya son 19 los femicidios registrados en los últimos 17 días en todo el país.

La mayor parte de los participantes en la movilización fueron personas que no pertenecen a ningún espacio político, y que se sintieron representadas por un reclamo que tomaron como propio para alcanzar una mayor equidad en lo que respecta a políticas de género.

En nuestra ciudad, el paro nacional de mujeres se hizo sentir con fuerza en diferentes lugares de trabajo, como por ejemplo en el Rectorado, donde sus empleadas y estudiantes universitarias realizaron un “ruidazo” al que se sumaron los automovilistas que pasaban por el lugar tocando bocina.

Con relevancia nacional

La visibilización del reclamo se hizo sentir con mucha fuerza en todo el territorio nacional. En la Ciudad de Buenos Aires, más de 100.000 asistentes le hicieron frente al mal tiempo y se reunieron en puntos neurálgicos del territorio porteño para evidenciar sus demandas, como el Congreso de la Nación, el Obelisco y la Plaza de Mayo.

Protegidas con paraguas y en silencio, mujeres de diferentes edades, desde niñas a adultas mayores, caminaron por Diagonal Norte, algunas con el cuerpo pintado de negro con la leyenda “Ahora sí importa” y otras con fotografías de víctimas mortales por violencia de género. 

La multitudinaria convocatoria terminó en horas de la tarde en la mítica plaza porteña, donde hubo un escenario desde el cual se solicitó a la clase dirigente nacional el avance en el desarrollo de acciones concretas que sirvan para frenar la agresión física hacia el género.

Entre las exigencias, una de las más resonantes fue la del plano laboral, en la que se visibilizó la fuerte discriminación que sufren las mujeres en el mercado del trabajo, ya que ganan en promedio un 30% menos que los hombres, y la desocupación femenina trepa al 12%, un 3% más que los varones.

En forma simultánea, la manifestación comenzó a replicarse en todo el país. Sobre todo en Mar de Plata, donde Matías Pérez, hermano de Lucía, encabezó la marcha. “Movilizaciones se van a seguir haciendo, esperamos el apoyo de la gente para que no se olvide, pero sobre todo para que no se vuelva a repetir”, dijo el chico ante cientos de personas que levantaban la fotografía de la adolescente violada y asesinada la semana pasada en forma salvaje en la ciudad balnearia.

Una jornada marcada por la tristeza de las mujeres que ya no están, víctimas del machismo imperante, y con la alegría de saber que el mensaje se hace más fuerte cada día a través de una lucha incansable que permite vislumbrar una camino de transformación para frenar la violencia de género en nuestro país.

Solidaridad internacional contra la violencia de género

El reclamo de “Ni una menos” en repudio a la violencia contra la mujer se convirtió ayer en una de las consignas que más apoyo despertó en todo el mundo. Si bien el epicentro fue en nuestro país, con masivas movilizaciones desde Ushuaia a La Quiaca, en diversos lugares del planeta se vivió con intensidad el Miércoles Negro, que unificó el reclamo de respeto e igualdad. 

En todas las capitales y grandes ciudades de América Latina, y en muchos países de Europa, se respiró un aire de solidaridad hacia la lucha por la igualdad de derechos, con movilizaciones que hicieron visible y desnaturalizaron una realidad social de vulneración y disparidad en todo el mundo.

Montevideo, San Pablo, Santiago, Tegucigalpa, el Distrito Federal de México, Bogotá, Asunción, Lima, Quito, Guadalajara y Managua fueron algunas de las ciudades en donde las mujeres, y también los hombres, se unieron para luchar por una sociedad menos violenta y más justa. 

“Día a día las mujeres somos humilladas, insultadas, golpeadas, violadas, asesinadas, esto es el patriarcado, aunque nos digan que estamos locas y que exageramos con nuestras demandas, porque los feminicidios, las denuncias de violaciones a niñas, niños y mujeres por día, nos dicen que algo aquí está mal, muy mal”, fueron algunas de las consignas que se pudieron observar y leer en las pancartas en diversos territorios de Latinoamérica.

Incluso la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se unió a la campaña que se viralizó por las redes sociales, manifestándose a través de su cuenta personal de Twitter y haciendo público su apoyo a la causa. “Por Florencia Aguirre de Coyhaique. Por Lucía Pérez de Mar del Plata. Por todas las mujeres, yo digo con fuerza #NiUnaMenos”, escribió. 

También en el Viejo Continente se pudo ver una muestra de respaldo a la acción y una adhesión muy grande a las actividades que comenzaron en nuestro país. Gran cantidad de manifestantes marcharon por las calles de París, Barcelona, Madrid, Milán, Cádiz, Londres, pronunciándose contra la violencia de género y pidiendo mayor dureza en las leyes contra los femicidas, violadores y agresores de mujeres.

Voces platenses

Betiana, 35 años

“Vine por todas las mujeres: por mi sobrina, por mi hermana, por mi suegra, que sufrió violencia de género, porque tengo una hija y no queremos que termine como Lucía (Pérez, la chica de 16 años drogada, violada y asesinada en Mar del Plata el 8 de este mes). Con mis compañeras de la tecnicatura de Enfermería venimos siempre a las marchas de #NiUnaMenos”.

Mónica, 56 años

“Ya basta de esto. Me parece un disparate lo que está pa­san­do. No tiene que haber más mu­jeres, ni niños ni hombres que sufran la violencia. Más allá de la lluvia y de la tormenta, tenemos que estar todos acá, porque esto ya tendría que haber detonado hace rato. El país parece una morgue de mujeres. Hay una gran diferencia en la fuerza que tiene la mujer para poder defenderse, es lo mismo que los ancianos y los niños. Basta”. 

Analía, 41 años

“Esto no solamente se soluciona marchando; el Estado tiene que intervenir con el sostenimiento de más políticas públicas, implementando las leyes, financiando hogares de protección, la Justicia penal tiene que actuar. También me parece que es importante que las madres de los nenes y nenas de esta nueva generación eduquen a sus hijos pensando en estas cuestiones”. 

Amorina, 44 años

“Vine con mi hija, con mi sobrina, y una compañera de trabajo. Estamos muy preocupadas por lo que está pasando y nos duele. Es muy fuerte que decidamos salir todas a la calle aunque esté diluviando. Yo no quiero que mi hija tenga que tener miedo cuando se baja del micro para venir a casa, quiero que ande libremente, no que sea valiente. Me pregunto qué le va a pasar a ella dentro de unos años y tengo miedo”. 

Alicia, 63 años

“Estoy acá por mí y por todas. Fundamentalmente porque tengo dos hijas mujeres que las quiero vivas. Cada vez que hay una marcha #NiUnaMenos y puedo venir, me autoconvoco, porque fui víctima de violencia de género, estuve a punto de que me quitaran la vida, pero zafé. Las mujeres tenemos que unirnos para que esto se vea por todos lados y deje de pasar”.

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