La sonda Schiaparelli “se volvió loca”

El proyecto espacial europeo-ruso falló en su aterrizaje. Su escudo térmico, paracaídas y propulsores operaron de una forma inesperada. Incertidumbre sobre la misión

En las últimas horas se conoció la noticia: tras siete meses de viaje, la sonda espacial Schiaparelli ingresó en la órbita del planeta rojo. Momentos antes de aterrizar, perdió contacto. 

En un principio trascendió que el descenso del proyecto enviado por Europa y Rusia había sido exitoso, pero ahora, la ESA (Agencia Espacial Europea, por sus siglas en inglés) reconoció diversos problemas al pisar suelo marciano. Al parecer, el funcionamiento del escudo térmico, paracaídas y propulsores no siguieron el protocolo esperado. 

Los primeros indicios de señales de radio captadas por los GMRT (un conjunto de telescopios experimentales ubicados cerca de Pune, India) sugirieron que el módulo había completado con éxito la mayoría de las etapas de su descenso de 6 minutos a través de la atmósfera marciana.

Pero las señales registradas por la nave Mars Express, desde donde salió la sonda, se detuvieron poco antes del momento en que estaba previsto que el módulo tomase contacto con la superficie. Las discrepancias entre los dos conjuntos de datos están siendo analizados por expertos en el Centro de Operaciones Espaciales de la ESA en Darmstadt, Alemania.

“La función principal de Schiaparelli fue probar tecnologías de aterrizaje europeas. El registro de los datos durante el descenso era parte de eso, y es importante que podamos entender qué pasó, con el fin de prepararnos para el futuro” explicaron.

“Tenemos datos que están llegando a la Tierra que nos permiten comprender plenamente lo que ocurrió, y por qué no se produjo el aterrizaje suave”, dijo David Parker, director de Vuelos Tripulados y Exploración Robótica de la ESA.  

“Desde el punto de vista de la ingeniería tenemos datos muy valiosos para trabajar, y eso es lo que queremos de una prueba. Tendremos una comisión de investigación para profundizar en los datos y no podemos especular más en este momento”, finalizó.

Actividad inexplicable en estrellas fuera de nuestra galaxia

Anomalías en la energía del espacio, a más de 50 millones de años luz de nuestra galaxia, están creando condiciones que deberían estar destruyendo estrellas, pero en su lugar las están regenerando.

Jimmy Irwin, profesor asociado de Física y Astronomía en la Universidad de Alabama, junto con un equipo de tres investigadores universitarios, ha detectado siete casos de erupciones masivas de energía en estrellas binarias (dobles o compañeras) en dos galaxias diferentes, después de estudiar minuciosamente más de una década de datos del observatorio espacial Chandra.

Pero, a diferencia de otras de esa clase observadas en distintas galaxias, que colapsan y son destruidas por un enorme aumento en la energía, las dos estrellas investigadas presentaban una llamarada a punto de estallar, pero solo para retornar a energía estándar en el plazo de una hora. El proceso se repitió cada pocos días. 

“Hemos visto antes este tipo de variabilidad enorme donde hay una elevación de la energía de 100 en menos de un minuto, pero el objeto suele ser destruido”, dijo Irwin en un comunicado de la Universidad de Alabama. “Lo que estos objetos son, no lo sabemos todavía, pero hay algún tipo de mecanismo por descubrir por el cual pueden recibir materia de su estrella compañera” agregó.

“No tenemos suficiente información aún. Pero no es algo que hemos visto en nuestra propia galaxia. Debe ser lo suficientemente raro como para que nuestra galaxia no contenga uno de estos ejemplos, y tenemos que ir a otras galaxias para encontrar otros ejemplos similares” concluyó.

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