Memorias de un excombatiente platense: a 35 años de la Batalla de Monte Longdon

La noche del 11 de junio de 1982 se desató el cruento episodio final que selló el destino de la Guerra de Malvinas. En un nuevo aniversario, el secretario de Relaciones Institucionales del Cecim, Ernesto Alonso, reflotó los recuerdos de aquellas horas trágicas 

Una noche como hoy, pero 35 años atrás, se desataba la Batalla de Monte Longdon: el combate que terminó con una de las peores derrotas del Ejército argentino frente al británico y empezó a sellar el destino de la Guerra de Malvinas. El episodio fue trascendental por dos motivos: por lo cruento, ya que se llegó al combate cuerpo a cuerpo con bayoneta, y por su importancia militar, ya que era un enclave estratégico para defender la guarnición en Puerto Argentino.

La Compañía B del Regimiento de Infantería Mecanizado 7 “Coronel Conde” de La Plata fue íntegramente trasladada a las Islas y cumplió un papel protagónico en la contienda. Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, el segundo jefe del Regimiento 7 de La Plata y comandante en aquella batalla, estaba a cargo de la Compañía B. Muchos años después, en 2013, sería condenado a prisión perpetua por participar en 1974 de un fusilamiento de catorce militantes del ERP, en un operativo que se conoce como la Masacre del Rosario.

El enfrentamiento

El 11 de junio de 1982, en todo el Monte Longdon se contaban 300 soldados. Esa misma tarde, en Buenos Aires, el Papa Juan Pablo Segundo ofrendó un acto multitudinario donde pidió por la paz. Los soldados lo siguieron a través de una radio que todavía conservaba una pila. 

A las nueve de la noche, los conscriptos veían como en el monte Kent, a 20 kilómetros en línea recta, las tropas británicas trasladaban artillería. El avance hacia Puerto Argentino era inminente. A las nueve y media de la noche, en un ataque comando, una avanzada del Regimiento 3 de paracaidistas británicos atacó la posición de la Compañía B, donde no había más de cincuenta soldados. “Con el grado de desmoralización, el hambre y el frío que estábamos pasando, queríamos que todo eso se terminara lo antes posible”, recordó el secretario de relaciones institucionales del Cecim platense, Ernesto Alonso,  quien peleó en Longdon.

La batalla duró desde las 21 hasta las 7 de la mañana siguiente. Esa noche estuvo iluminada por el resplandor de la artillería británica. “Combatimos sin ningún tipo de instrucción de nuestros jefes, oficiales y suboficiales, a la deriva, con nuestro armamento y compañeros tratando de sobrevivir a ese ataque”, evocó Alonso.

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