No hay rastros de los naúfragos argentinos en Brasil

Cuatro barcos (dos brasileños y otros tantos de origen argentino), tres aviones y casi un millar de personas -mayoritariamente militares- participan en la búsqueda del oftalmólogo Jorge Benozzi, su yerno Mauro Capuccio y dos amigos, Alejandro Vernero y Horacio Morales, quienes partieron la semana pasada en un velero desde el puerto bonaerense de San Fernando-con destino a Río de Janeiro, y se encuentran a la deriva desde el martes, cuando fueron sorprendidos por un fuerte temporal.

Pese a los denodados esfuerzos de las fuerzas de rescate, que realizan un intenso rastrillaje en un área de más de 40 mil metros cuadrados, de momento no hay rastros de los argentinos desaparecidos en el mar de Río Grande do Sul.

La principal dificultad está dada por las malas condiciones climáticas que se registran en la zona, donde suele haber fuertes ráfagas de viento y olas de hasta cinco metros que obligan a frenar los operativos.

En ese contexto, las autoridades temen que los tripulantes del velero sufran una hipotermia por las bajas temperaturas; para que eso no suceda es clave que tengan ropa adecuada para atenuar el impacto del frío o, en el mejor de los casos, que las prendas no estén húmedas.

Los últimos contactos con el Tunante II fueron el miércoles, cuando el barco se encontraba a 360 kilómetros de la costa brasileña y se cortaron las comunicaciones. "Muy probablemente la embarcación se haya alejado mar adentro, hacia el norte", estimó Sergio Cortés, comodoro del Yacht Club de Río Grande y ex miembro del Núcleo Especial de la policía Marítima.

Desde que se declaró la emergencia y se intensificó la búsqueda, las fuerzas de seguridad brasileña realizaron 140 horas de vuelo, pero sólo pudieron encontrar diversos objetos que no pertenecían al velero desaparecido, aunque en un segundo hallazgo rescataron elementos que podrían ser parte de la embarcación.

Ante la falta de señales, las autoridades deben calcular la posición del Tunante en base a la información de corrientes marinas y de la dirección de los vientos. "Se estima que el velero se está alejando de la costa en dirección a Cabo Frío (Río de Janeiro). Las corrientes empujan hacia ese lado, pero a la altura del litoral de San Pablo lo empujarán hacia la costa", explicó Cortés.