Polémica por trasplantes de cabeza

Un científico italiano asegura que ha realizado la intervención exitosamente en un mono. Para 2017 se planea experimentar en humanos

Un neurocientífico italiano llamado Sergio Canavero, que dirige el Grupo de Neuromodulación Avanzado de Turín, ha hecho pública una imagen de un mono al que supuestamente se le ha trasplantado la cabeza, y un vídeo en que se ve una pequeña rata que consigue andar, a pesar de que en teoría también se le ha sometido una operación del mismo tipo. Según el investigador, las imágenes corresponden a los últimos experimentos realizados con animales por él mismo y los profesores Xiaoping Ren y C-Yoon Kim en los últimos meses en China y Corea del Sur. Canavero asegura que estas intervenciones son la última prueba de que sería posible hacer trasplantes de cabeza en humanos, de manera que pacientes que sufren tetraplejia, cáncer o distrofia muscular progresiva podrían sustituir su cuerpo enfermo por otro sano. Las imágenes han sido publicadas antes de que salieran en una revista científica que avale el trabajo de los investigadores, cuestión que ha suscitado críticas entre otros científicos que consideran una grave falta que Canavero haya corrido a publicitar el supuesto resultado de sus experimentos sin un aval académico.

“Llevo tres años diciendo que este tipo de trasplante es posible y todo el mundo me tomaba por loco. Ahora que estoy seguro, lo he querido anunciar cuanto antes. Y quien no lo crea, ya lo verá publicado pronto en las revistas científicas”, explicó. Canavero también afirma que disponen del video de toda la evolución de las ratas a las que sometieron a la operación. “Los experimentos con ratas ya los habíamos hecho en otras ocasiones, pero esta vez es la primera que mostramos todo el proceso”, explica.

Los desafíos

 El científico considera que lo más importante es que “una médula espinal que ha sufrido un corte limpio se puede reconectar”. Y añade: "Eso lo demostramos con el experimento de las ratas. Tras el trasplante, estos animales recuperan la total movilidad”. En su opinión, lo ocurrido con los roedores puede suceder también con los humanos. La técnica a utilizar es la misma: polietilenglicol (PEG), una sustancia que usa como adhesivo. En el caso del trasplante de cabeza a un mono, no esperaron a ver la evolución del animal. Lo sacrificaron a las 20 horas. “El objetivo era comprobar que es posible hacer un trasplante de este tipo sin  daño cerebral”, comenta Canavero.

“A partir de ahora, las próximas intervenciones las haremos con humanos cerebralmente muertos”. El objetivo final, no obstante, es llegar a hacer un trasplante real de cabeza en una persona viva. De hecho, ya existe un candidato: el ruso Valery Sprirdonov, de 31 años, que sufre una distrofia muscular genética. Canavero ya ha puesto fecha para la intervención: diciembre de 2017, pero aún existen muchas incógnitas.