Presentarán libro de chistes para el acercamiento de niños y niñas a la lectura

Con motivo de la 40º edición de la Feria del Libro, el humorista gráfico Jorge Lepera (Alias JORH) y Ediciones Mawis presentan “365 - Un Chiste Por Día”, un libro “en chiste” destinado a facilitar la tarea de padres y chicos en el proceso de acercamiento a la lectura a través de la diversión.

Jorge Lepera, un bonaerense que nació en 1964, es humorista gráfico y guionista. Sus chistes se publican todas las semanas en la revista infantil Billiken y en Sátira/12, el suplemento de humor del diario Página/12. También colaboró en los diarios La Nación, La Razón y Perfil; y en las revistas Humi, Humor, Sex Humor, Satiricón y Eroticón.

Leer en “CHISTE”

La lectura es uno de los mejores hábitos que se les puede inculcar a los chicos desde temprana edad, ya que les permite sumergirse en un mundo de fantasías y conocimientos que contribuirá de manera directa en su desarrollo personal.

Sin embargo, un concepto que está muy arraigado en los niños, es que todo lo que concierne a la lectura está relacionado con la obligación y forma parte de los deberes que tienen que cumplir en el marco del ciclo lectivo.

Para lograr que tanto la lectura en el colegio como en la casa sea percibida como una actividad placentera, es necesario acercar a los chicos a la misma pero de una manera diferente. 

El humor y las actividades lúdicas, a través de los libros de “chistes” y entretenimientos, son una muy buena opción para aquellos chicos que no encuentran un interés particular por la lectura, o simplemente la perciben como un aburrimiento. La Psicopedagoga Sandra Marchand, nos comenta que “a partir de los ocho años los chicos suelen estar expuestos a textos relativamente extensos y en algunos casos presentados de una manera y con un tamaño de letra poco motivador, es por ello que este tipo de material brinda una interesante apertura a la lectura. Tener acceso a textos breves que siempre están acompañados por imágenes ayudan a que el chico se entusiasme rápidamente. Y no olvidemos que leer chistes significa reírse”.

En relación a esto, el humorista gráfico y guionista de Ediciones Mawis, Jorge Lepera, más conocido como JORH, sostiene que “a los chicos de por sí no les gusta leer” y explica que para poder captar su atención “los chistes son una excelente herramienta. Los mismos deben ser claros, breves y efectivos, con secuencias absurdas y exageradas e imágenes que se entiendan fácilmente. El objetivo de esta clase de materiales es que lo que se está leyendo pueda ser comprendido y decodificado por personas de diferentes edades, tanto por chicos como por adultos”. 

A partir de sus características intrínsecas -no poseen un orden lógico ni persiguen una línea argumentativa- los libros “de chistes” logran que se relacione al acto de leer con la libertad y la diversión. Esto es muy importante, ya que desarrollar el sentido del humor en los más chicos estimula la creatividad, la inteligencia y el sentido crítico dentro de un medio sano, alegre y placentero. “Además, los chistes no generan fatiga visual, y brindan la magnífica posibilidad saltearse aquellas partes que no son de su interés ya que no existe un hilo conductor, y les permiten decir: ‘Voy a leer tres páginas’ y cumplir sin sentirse agotados o hasta por momentos frustrados”, señala Sandra Marchand.

Tratar de crear el hábito lector en el niño de hoy -más activo e inquieto debido a los diversos estímulos que recibe- no es una tarea fácil, ya que cuenta con muchas actividades que le resultan placenteras y que no incluyen a la lectura. Es por ello que es fundamental saber qué es lo que los atrae, y qué llama su atención. Al respecto, JORH nos explica que “los chicos, primero que todo, se interesan en el aspecto visual de este tipo de publicaciones, luego, el chiste en sí mismo los atrapa y los estimula a leerlo para descubrir el desenlace (la gracia). El humor se basa en tomar hechos cotidianos de la realidad y desenvolverlos hacia consecuencias absurdas, exageradas, configurando escenarios divertidos que no poseen un sentido lógico”.

“Es importante destacar que este tipo de libros si bien están basados en el humor, no buscan generar situaciones de burla que hagan sentir incómodos a los chicos. Tanto los textos como las imágenes tienen como objetivo generar la inclusión y el respeto por el prójimo, teniendo como finalidad desarrollar el gusto por la lectura desde un ángulo divertido y motivador, favoreciendo al aprendizaje y al desarrollo personal de cada chico”, concluye JORH. 

En esta tarea por acercar a los chicos a la lectura, los adultos cumplen un rol fundamental. Esto quiere decir, que es necesario crearles a los niños un espacio y un momento específicos para la actividad y que ellos puedan elegir qué leer, generando situaciones que permitan compartir la lectura en familia.  

“Sin motivación nada ocurre. Es interesante que padres y docentes tomen esta opción como un estímulo que podrá ayudar al niño a no sentir a la lectura como su ‘enemigo’, pues son textos que facilitan la importante necesidad del lector de leer para comprender”, concluye Marchand.