Un brindis por el vino

Desde hace más de un siglo, la localidad de Berisso tiene una gran tradición vitivinícola y una producción de más de 250.000 litros anuales. Hoy, a cuatro años de la declaración del producto como bebida nacional, se homenajea a los trabajadores de la uva

Hoy se celebra en el país el Día del Vino. Así lo dispuso el Congreso de la Nación en 2012, cuando por unanimidad se lo declaró como la bebida nacional. En Berisso, la actividad vitivinícola data de muchos años. Desde hace más de un siglo, habitantes de la zona se meten en el monte costero para extraer de las parras la uva Isabella y producir alrededor de 250.000 litros de vino anuales. 

Dicen que en algún momento llegaron a realizarse alrededor de 1.700.000 litros, pero esos números quedaron en la historia. Hoy, agrupados en una cooperativa, diez productores de la zona realizan lo que se ha denominado el “vino de la Costa”, una bebida que ha logrado una importante expansión.  

“Es un vino aromatizado, que siempre recordará a la parra y que le da una identidad. Según los enólogos, por su relación con el precio, es un producto de excelente calidad. La botella ronda entre los 50 y 60 pesos” dijo a  este diario Carlos Carrizo, secretario de Hacienda y Producción de Berisso. 

Tras épocas de auge, y otras de declive, hoy la actividad se encuentra en un momento de recuperación. Para que esto suceda resultaron fundamentales las contribuciones realizadas por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLP, que aportó profesionales abocados al estudio del sistema productivo de la vid, fortaleciendo el asesoramiento y capacitación en producción primaria de los distintos productos. También participan  del proyecto la Facultad de Ciencias Exactas y la Facultad de Ciencias Económicas, que colabora en el desarrollo de la marca. 

“En el año 1998 se estaba perdiendo la producción y la idea fue tratar de rescatarla. Yo llegué a los cinco años desde el Chaco, y trabajé en la cosecha. Ahora trabajo con el vino de la Costa, frente al desafío de hacer crecer la actividad productiva en la región” dijo Rubén Verón, miembro de la Cooperativa de la Costa. 

Un poco de historia 

Durante el período de inmigración masiva que recibió Berisso, en las tierras bajas de la isla y del monte costero, muchos de los recién llegados cultivaron sus quintas con verduras, hortalizas, frutales y vides. La implantación de la uva bajo el sistema de parral rápidamente se adaptó a las condiciones locales generando una nueva posibilidad de trabajo.  

De esta manera, este producto artesanal y sin conservantes, se fue instalando rápidamente en el mercado. Su comercialización llegó a restaurantes y comercios de barrio, a las fondas de la calle Nueva York y a las ciudades de Ensenada y La Plata.

Festejos en el Obelisco 

Bajo el lema “El vino nos une”, hoy en el Obelisco porteño se realizarán una serie de festejos que buscan compartir el encanto de los viñedos y las bodegas. En relación a esta celebración, el presidente del Fondo Vitivinícola, Bernardo Lanzilotta, dijo: “Queremos mostrar y compartir las imágenes que hacen de nuestra vitivinicultura una actividad amigable con el medio ambiente, generadora de empleo en todo el oeste argentino y con enorme relevancia en la imagen del país. Proyectar todo esto en el 

Obelisco, precisamente en uno de los centros de consumo más importantes para los vinos argentinos, es un gran motivo para brindar por la bebida nacional”.

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