Una multitud de fieles se congregó en la basílica de Liniers

Miles de feligreses de distintas partes del país realizaron ayer larguísimas colas para poder ingresar a la iglesia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, para pedir al Santo de la Providencia no perder el empleo o conseguir trabajo. 

Según estimó el vicario parroquial Martín Roberto Quiroga, por el templo de calle Cuzco al 100 desfiló más de medio millón de personas. En esta ocasión, la expresión de fe popular llevó por lema “San Cayetano, amigo de los trabajadores, danos paz, justicia e igualdad”.

 La Misa central fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, quien, durante la ceremonia, advirtió que “se cierran las puertas del corazón de los hombres que debieran dar empleo digno” y destacó la generosidad de los argentinos. 

Al finalizar la Misa, el cardenal Poli recorrió las dos filas que se hacen para entrar al santuario de Cuzco 150 y bendijo a los peregrinos, tal como lo hacía su antecesor, el hoy Papa Francisco.

Noticias Relacionadas