Una pareja platense cuida casas y mascotas para recorrer el mundo

Son profesionales, renunciaron a buenos trabajos y emprendieron una aventura que arrancó hace tres meses en Europa. Desde un pueblo de Inglaterra, revelan el secreto de cómo “patear el tablero”

Hasta hace apenas unos meses, Antonela Brianese (30) y Matías Del Zotto (34), llevaban en La Plata una vida que muchos quisieran tener: ella, licenciada en Ciencias Ambientales y él, abogado. Tenían buenos trabajos, amigos, la familia cerca y compartían un departamento amplio. Sin embargo, ambos, que están juntos desde hace cinco años, sentían un vacío profundo. Tras un anuncio publicitario que ofertaba unos pasajes aéreos, decidieron romper con la vida cómoda y embarcarse en una aventura que hoy los tiene de viaje por el mundo de un modo particular: a cambio de hospedaje gratuito, cuidan casas y mascotas de personas que están de vacaciones. 

Esta modalidad, denominada house sitting, si bien aún no es muy popular en Latinoamérica, representa en Europa y otras partes del mundo una excelente oportunidad para poder conocer nuevos destinos a bajo costo. Después de llenar formularios y de cumplir una serie de condiciones, los aspirantes se postulan y los propietarios deciden quiénes serán los encargados de cuidar sus tesoros más preciados: el hogar y sus animales. 

“Mientras hacemos house sitting pasamos mucho tiempo en la casa, al cuidado de los animales y mantenemos el jardín. Por la tarde salimos a hacer deporte, a pasear a las mascotas, y en simultáneo trabajamos y estudiamos”, explicó a este diario Antonela desde Cannock, un pueblo ubicado a escasos 35 km de la ciudad de Birmingham, Inglaterra.  

Asegurado el hospedaje, esta pareja platense solo tiene que preocuparse por pagarse la comida y generar dinero para algún gusto que quieran darse. Para ello, trabajan de manera freelance. Crearon una consultora ambiental y son contratados principalmente por empresas argentinas. “De esta forma vamos haciendo un viaje más lento y más tranquilo”, explicó.

En los tres meses que llevan de viaje, además de conocer casi toda Gran Bretaña, han cuidado perros, gatos y tortugas. En su próximo destino, Copenhague, Dinamarca, les tocará preservar a cuatro caballos de exposición. “Va a ser todo un desafío”, explicó la joven, que tiene una especial devoción por los animales. 

Darle la vuelta al mundo 

Más adelante, tienen previsto recorrer Oslo, Estocolmo, Helsinki y San Petersburgo, hasta llegar a Moscú. Allí tomarán el tren Transiberiano, con la intención de poder estar contemplando la Muralla China para año nuevo. Pero la travesía no termina ahí: también recorrerán Asia, Oceanía y África. “El viaje muta día a día, al ritmo que nos transformamos nosotros”, sostuvo Antonela. 

Sin embargo, no todo es color de rosas para la pareja de viajeros. La platense asegura que “las costumbres, la gente y la vida que uno lleva son muy distintas. A la distancia, se extraña la familia y los amigos, acá las desventuras suelen ser mayores que cuando uno lleva una rutina en la que va del trabajo a la casa”, agregó. 

No obstante, convencida de que esta representa una experiencia transformadora, la joven comentó que “hay que animarse, pero antes  hacer una prueba piloto y saber qué se pretende hacer. No se puede vivir haciendo turismo, porque es agotador y se requiere mucho dinero para ello. Para hacer algo de este estilo es necesario venir con la idea de trabajar o estudiar”, puntualizó.

Con la intención de que esta experiencia representara una luna de miel extensa, antes de viajar, la pareja decidió casarse. En 20 días organizaron una fiesta improvisada, en la que celebraron, bailaron, rieron y se despidieron de sus seres queridos, quién sabe hasta cuándo. Mientras puedan seguir cuidando mascotas, les queda un mundo entero por recorrer. 

SEGUILOS POR INSTAGRAM (CLICK AQUÍ)

Noticias Relacionadas