Entrevista al fiscal Ricardo Sáenz

"Cristina Kirchner deberá declarar por la muerte de Alberto Nisman"

El representante del Ministerio Público le aseguró a Hoy que la expresidenta también tendrá que ir a Tribunales por la denuncia de encubrimiento en el atentado a la AMIA, “que el kirchnerismo ordenó cerrar y debe ser abierta”. En tanto, volvió a insistir sobre la hipótesis del homicidio de Nisman, afirmando que “ahora hay que investigar a los autores materiales del hecho”

El 25 de febrero pasado dictaminó, contundente, que el fallecido fiscal Alberto Nisman había sido “víctima del delito de homicidio”. Para entonces había transcurrido poco más de un año desde la muerte, todavía no dilucidada, del titular de la UFI-AMIA, que el 18 de febrero de 2015 apareció en el baño de su departamento de Puerto Madero con un tiro en la cabeza. El deceso había ocurrido cuatro días después de haber denunciado a la expresidenta Cristina Kirchner y a exfuncionarios de su gobierno, como el excanciller Héctor Timerman, por presunto encubrimiento en el atentado a la AMIA, y en la víspera de la presentación de esa acusación ante el Congreso.

Ahora, el fiscal general de la Cámara del Crimen y vicepresidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Sáenz, vuelve a ratificar ante Hoy que “no hay dudas” de que no se puede escindir un hecho del otro y el fallecimiento de Nisman, asegura, debe ser investigado como corolario de aquella imputación, que, tras su muerte, el juez federal Daniel Rafecas ordenó cerrar en trámite exprés. 

“Cuestiones políticas, presiones del gobierno anterior son las explicaciones que caben a la decisión de Rafecas”, afirma Sáenz sobre el magistrado, quien la semana pasada volvió a favorecer a CFK al rechazar un pedido de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA) de reabrir la investigación. Ahora, ante la apelación presentada por la propia Delegación contra la decisión de Rafecas, el juez Claudio Bonadio requirió el caso.

Frente a este tira y afloje, el vice de la Asociación de Magistrados insiste en que “la denuncia debe ser abierta. Cerrarla fue un designio del kirchnerismo que algunos jueces y fiscales estuvieron dispuestos a cumplir”.

—¿Debe preocupar a Cristina Kirchner la denuncia de Nisman?

—Claro, porque no es fácil encontrar en la jurisprudencia, en un fuero federal, una denuncia de esta envergadura. El delito de encubrimiento implica una ayuda a lograr la impunidad. De eso habla Nisman en su denuncia. Quien analice la presentación del fiscal con buena intención, podrá encontrar un delito consumado.

—¿Quiere decir que la expresidenta debería inquietarse tanto por esta acusación como por aquellas relacionadas con la corrupción?

—Yo, en su lugar, me preocuparía por todas las causas. Pero esta entra en otra categoría. Tal vez sea posible encontrar gobiernos investigados por corrupción económica en todo el mundo, pero un gobierno denunciado por traicionar a la Patria, al tratar de lograr la impunidad de los autores de un atentado producido en su propio país con 85 muertos, no es algo que se vea todos los días. Encima, luego todo se agrava con la muerte del fiscal denunciante.

—¿La muerte de Nisman y su denuncia están íntimamente relacionadas?

—Sería inconcebible pensar en estos hechos como independientes uno del otro, porque ocurrieron con cuatro días de diferencia y un día antes de que él explicara el tema ante el Congreso. No hay forma de entender un hecho sin el otro. La prueba, además, para mí está en que a Nisman lo mataron. Porque yo no pienso que se haya suicidado, ni tengo dudas.

—¿En qué basa su hipótesis del homicidio?

—En que todos los que lo conocían afirman que tenía planes para seguir adelante. Además, la pericia demostró que el arma utilizada para darle muerte dejaba rastros de pólvora y él no los tenía. También, mis 28 años como fiscal me dicen que un suicidio se resuelve en diez días o en diez minutos. Al caso Nisman hace más de un año que se le dan vueltas, tiempo que el kirchnerismo aprovechó para desprestigiar al fiscal, para crear un manto de sospechas y sostener la idea de un suicidio que no tiene asidero en el expediente.

—¿Cree que hubo responsabilidad del gobierno anterior en la muerte del fiscal?

—Cristina Kirchner tendría que haber cuidado a Nisman desde el momento en que hizo la denuncia, al punto de que ni se resfriara. Tendría que haber garantizado su custodia, pero apareció muerto en su casa, solo. Claro que de esto es responsable el gobierno anterior y hay que investigarlo, porque se ha constituido en el hecho político violento más importante desde el retorno de la democracia.

—¿Cómo debe avanzar la investigación?

—Hay que llegar a los autores materiales del hecho. Se tiene que saber quién programó y ordenó el asesinato de Nisman. Pero no nos lo han hecho fácil. De hecho, las dos querellas (las que representan a la madre y a la hermana del fiscal, y las que patrocinan a sus hijas) y yo apelamos la decisión de la Cámara de Casación porteña que dispuso el regreso de la investigación a la Justicia ordinaria para que sea la Corte Suprema la que decida quién continuará el caso con el objetivo de que vuelva a la Justicia Federal.

—¿El caso Nisman implicará la citación de CFK? 

—Cuando las dos causas (la del encubrimiento denunciado por el fiscal y la de su posterior muerte) se encaminen, deberá ser citada. A los dos días del fallecimiento de Nisman, ella salió a decir que se había suicidado. Después dijo que lo habían matado. Un presidente no habla sin elementos, por lo que tendrá que declarar lo que sabe sobre su muerte. Con respecto a la denuncia del fiscal, es una de las acusadas y habrá que esperar el desarrollo de la investigación.

“El relato K quiere mostrarnos la corrupción como una gesta patriótica”

Para el fiscal Ricardo Sáenz, hoy “los exfuncionarios K quieren hacernos creer que se los persigue políticamente, pero todos tienen causas penales relacionadas con su patrimonio, el enriquecimiento ilícito y la corrupción”.

En este sentido, enmarca dentro del “relato” la resistencia que el jueves pasado opuso Hebe de Bonafini a la orden de captura librada por el juez Marcelo Martínez de Giorgi. La disposición fue tomada por el magistrado luego de que la titular de Madres de Plaza de Mayo se negara a asistir a la indagatoria por la causa Sueños Compartidos, que investiga un desfalco de más de $200 millones que debían destinarse a la construcción de viviendas (Ver página 4). 

Para Sáenz, “Bonafini quiso provocar un hecho para después hablar de represión. Hay que tener en claro que a ella no la están persiguiendo por un delito de lesa humanidad, sino por una estafa. Pero el kirchnerismo siempre mezcló todo en el discurso. La Justicia de hoy no tiene nada que ver con la de la dictadura, no pueden hacer que nos creamos eso”.

En el mismo sentido, el representante del Ministerio Público sostuvo que el hecho de que Bonafini y exfuncionarios procesados como la expresidenta sientan que “el Gobierno los persigue es sintomático del kirchnerismo. Es la Justicia la que los busca, pero venimos de una administración que intervino activamente en las causas, a través de Justicia Legítima, y piensan que continuamos en la misma”.

Para concluir, afirmó que “ahora se investigan bolsos en un convento, planes de viviendas inconclusas, cajas de seguridad, La Rosadita. No hay ninguna gesta patriótica ni ninguna causa de la izquierda revolucionaria en eso. La corrupción, la defraudación a la administración pública, el cohecho y la malversación son la realidad. Lo demás es relato”.

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