La reactivación anunciada por Macri

Solo se concretó el 5% de las inversiones anunciadas por el Gobierno nacional

Se ejecutaron apenas US$2.900 millones de los más de 61.000 millones de dólares previstos por el Ejecutivo. De los capitales ingresados, dos de cada tres dólares van a la especulación financiera

El estancamiento que sufre la economía nacional parece dejar muy lejos las ilusiones oficiales sobre una reactivación en base a los famosos brotes verdes anunciados en su momento por el Presidente Mauricio Macri. Hoy, el escenario que se advierte a lo largo y ancho del país es el de una industria desactivada y una producción que se detiene al ritmo del enfriamiento
económico.

Según se pudo conocer ayer, de los 61.056 millones de dólares que en los últimos
18 meses las autoridades económicas anunciaron que se van a venir a radicar a la Argentina, solo US$2.911 millones han creado trabajo genuino para la gente, es decir, tan solo un 5%.

De acuerdo a datos suministrados por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, desde la llegada de Cambiemos al poder 370 empresas anunciaron
478 proyectos productivos, sin embargo la triste realidad indica que el 95% de ellos todavía no se han concretado con acciones genuinas de inversión.

A esta compleja realidad se agrega el hecho de que, a pesar de la apertura argentina al mundo propiciada por el Ejecutivo, dos de cada tres dólares que ingresaron al territorio nacional fueron a parar a la especulación financiera, principalmente a las Lebac, que solo en el primer año de gestión de Macri le dejaron una ganancia en dólares del 38%, porcentaje nada despreciable.

Esta baja en la actividad pudo verse con claridad en la industria, sobre todo en las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), que desde que Macri accedió a la primera magistratura tuvieron una rentabilidad negativa del 48%. A su vez, ante la inacción de los brotes verdes, creció un 25% la primarización de la economía, la industria se desplomó en el primer cuatrimestre de este año un 3,4%, y tan solo el 18% del dinero ingresado fue a parar a inversiones que generaron empleo real.

Descenso sin control


La falta de capitales productivos se observó también en una de las acciones centrales ejecutadas por el Gobierno, que fue la llamada Ley de Sinceramiento Fiscal, donde de los más de 110.000 millones que ingresaron, solo el 7% de dicho blanqueo fue a inversión directa y de impacto en la sociedad.

En diálogo con nuestro medio, el director Ejecutivo de la Fundación Atlas y profesor en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), Martín Simonetta, señaló que “la falta de confianza que existe todavía en la Argentina lleva a que las inversiones planeadas sigan sin ejecutarse, y quizás esta situación siga todavía hasta después de las elecciones legislativas de octubre”.

Para el economista, “el hecho de que la industria esté golpeada tiene un claro efecto sobre el empleo, lo que se marca en los indicadores sociales. El budismo económico del Gobierno parece ser parte del discurso en este contexto de intento de cambio en lo institucional, pero no tanto en los fundamentos económicos”.

“El Gobierno es esclavo de sus palabras, ya que al hablar tanto de brotes verdes y reactivación generó expectativas muy elevadas en buena parte de la población que lo acompañó con el voto en 2015. Hasta ahora parecería que no ha llegado el momento de la recuperación, ya que si bien se ven algunos elementos positivos desde algunos sectores, como el campo o la construcción, no se puede observar una recomposición de la economía”, resaltó Simonetta.

La famosa mejoría económica esbozada por Cambiemos con la entrada de capitales, que en teoría iban a “derramar” hacia los que menos tienen las virtudes del liberalismo, parece no ocurrir más que en las mentes oficiales, y lo único que salta a la luz es un estancamiento de la economía nacional que deja a la Argentina en un estado muy crítico.

Mercados deteriorados por la crisis

La crisis económica golpea duramente a la Argentina, lo que se refleja en los números comerciales negativos registrados en la industria nacional a lo largo de los últimos meses, que produjeron que se perdieran más de 120.000 empleos y 130.000 suspensiones laborales.

Como si esto fuera poco, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) advirtió que durante 2016 ingresó a nuestro país la mitad de los capitales que en 2015, con solo 6.000 millones de dólares de inversión extranjera directa.

A esta situación se le sumó la crisis económica, política e institucional que atraviesa Brasil, que llevó al vecino país a comprar menos productos de la Argentina, retrocediendo las exportaciones nacionales y creciendo la entrada de artículos brasileros a nuestro suelo.

Solo en el mes de mayo, las transacciones comerciales con el gigante sudamericano dejaron un rojo de US$ 627 millones a nuestro país, además las importaciones continuaron con ritmo creciente, alcanzando los US$ 1536 millones, mientras que las ventas nacionales treparon a los US$ 909 millones.

Cifras que desmienten las ilusiones oficiales

-66% de los dólares que entran al país van a parar a la “timba” financiera

-50% cayó la inversión extranjera directa desde diciembre de 2015

-48% de las pymes tuvo rentabilidad negativa en los últimos 18 meses

-25% creció la primarización de la economía argentina

-18% del dinero ingresado fue a inversiones que generaron empleo genuino

-10% subieron las importaciones de bienes de consumo

-5% de las inversiones anunciadas por el Gobierno fueron oficializadas

-3,4% se desplomó la industria en el primer cuatrimestre

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