La UNLP, involucrada en la campaña de Scioli

Adiós a la excelencia universitaria

Autoridades del Rectorado y decanos de la UNLP han decidido involucrar a la Universidad platense en la campaña del balotaje, destinando recursos y haciendo movidas en apoyo al kirchnerismo. La educación superior en pronunciada debacle

"La Universidad es la representación genuina y legítima del Espíritu de independencia y libertad”. Esta frase fue pronunciada por el periodista y entonces legislador provincial Rafael Hernández, el primer fundador de la Universidad de La Plata, hermano de José Hernández (el creador del Martín Fierro, la obra insignia de la literatura argentina), durante el acto inaugural de la casa de altos estudios en 1897. La Universidad fue refundada en 1905 por Joaquín Victor González, quien impulsó su nacionalización.

Pasaron 112 años del fallecimiento de Hernández y, salvo el hecho de que el Colegio Nacional lleva su nombre, poco y nada queda de su legado. Las autoridades del Rectorado,  la mayoría de los decanos de las facultades y los directores de los colegios preuniversitarios, en un acto que no registra antecedentes desde el retorno a la democracia en nuestro país, han decidido mancillar al extremo la autonomía universitaria -que consagra el estatuto de la UNLP con el objetivo de evitar ataduras a gobiernos y partidos políticos-, volcando la estructura de la casa de estudios a favor del kirchnerismo. Eso no es todo: hasta se sumaron abiertamente a la denominada campaña del miedo orquestada desde la Casa Rosada, que también incluye a otras casas de altos estudios del país.

Recordemos que la Universidad pública nada tiene de gratuita. Todo el sistema tiene asignado un presupuesto anual que supera los $32 mil millones, dinero que sale de los impuestos que pagamos todos los ciudadanos, incluidos los sectores más humildes que, como consecuencia de la política económica de este gobierno, ni siquiera tienen la chance de pasar por la vereda de una facultad.

Es tal el grado de sumisión que la decana ultrakirchnerista de la Facultad Periodismo, Florencia Saintout, que fue precandidata a intendente en las Paso y perdió frente a Pablo Bruera, organizó para hoy una jornada en la Plaza San Martín denominada "Dos modelos de Ciencia y Educación, dos modelos de país", desde donde directamente bajarán línea a favor del oficialismo. Se intentará hacer creer que, si gana Mauricio Macri, los científicos tendrán que ir a lavar los platos.  Eso no es todo, ayer también se conoció un documento firmado por docentes y autoridades de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP que se pronunciaron sin medias tintas a favor de la fórmula Daniel Scioli- Carlos Zannini, de cara al balotaje del 22 de noviembre. La frutilla del postre es que desde ambas unidades académicas están convocando a una marcha para mañana, en apoyo a Cristina y a la fórmula oficialista, en la que participarán todas las agrupaciones del ultrakirchnerismo, incluido Quebracho, un grupo de izquierda al que históricamente se lo vincula con la ex Side. 

El punto máximo de la obsecuencia ocurrió la semana pasada cuando las autoridades del Rectorado y casi todos los decanos suscribieron otro polémico documento donde, si bien directamente no se llama a votar al kirchnerismo, se reivindica sin ningún tipo de cuestionamiento los 12 años de gobierno K. Dice, por ejemplo, “en estos años la educación superior y el sistema científico tecnológico nacional han avanzado”. Y agrega: “Los cambios por venir deben ser hacia adelante y no hacia atrás”.

Según pudo saber Hoy, varios decanos tuvieron que ser “convencidos” desde distintos esferas del poder político para que estamparan su firma. Se habla de la existencia de contratos, subsidios millonarios y todo tipo de condicionamientos económicos que se habrían puesto sobre la mesa. También se comenta que, en el mismo Rectorado, hubo frenéticas negociaciones. “Los sectores mas K querían llevar un documento mucho más explícito, apoyando abiertamente a Scioli y a Cristina, al Consejo Superior. Así hubiésemos quedado aun más expuestos”, le reconoció a Hoy una alta fuente de la Universidad.

Más allá de las explicaciones, el daño ya está hecho. La única decana que decidió plantarse y no firmar ese manifiesto partidario fue la titular de la Facultad de Ciencias Médicas, Ana Lía Errecalde (ver aparte). Razones no le faltan: la carrera de Medicina será una de las más afectadas por la herencia K. Concretamente, ayer se promulgó la reforma de la Ley de Educación Superior que prohíbe el dictado de cursos ingresos eliminatorios, lo que desencadenará un ingreso masivo de aspirantes que, en su mayoría, no adquirieron en la secundaria los más mínimos conocimientos en disciplinas básicas como matemática, química, física y biología. Consecuencia de ello se teme un fuerte deterioro en la formación de los futuros profesionales de la salud que tendrán, en sus manos, la vida y la muerte de las personas que tendrán como pacientes.

Poco parece importarle a los decanos y demás autoridades universitarias el respeto que se merecen aquellos docentes, investigadores, alumnos y trabajadores que también forman parte de las instituciones académicas y no se sienten identificados con este gobierno. Tampoco se sienten conmovidos por el hecho de que, luego de 12 años de gobierno K, apenas se recibe el 20% de los alumnos que ingresan a la Universidad. Peor aún, mirándose su propio ombligo, hasta se regocijan viendo que la cantidad de aspirantes que todos los años abarrotan las aulas de Bellas Artes, Psicología y Derecho, triplican –y hasta cuadruplican- el número de ingresantes de las carreras verdaderamente estratégicas para el desarrollo nacional como Ingeniería, Ciencias Exactas, Informática y Agronomía. En definitiva, quien asuma el próximo 10 de diciembre, se encontrará con un sistema de educación superior en plena decadencia.

“Lo ideológico ha primado sobre lo educativo”

Por Ana Lía Errecalde (Decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP)
Especial para Hoy
 
No firmé ese documento que suscribieron la mayoría de las facultades de la UNLP de cara al balotaje del 22 de noviembre, simplemente porque como Decana creo que estoy representando a una institución y no puedo tomar partido.
Lo que me enviaron ya no se podía modificar, entonces decidimos no firmarlo.

Me sorprende mucho un documento de esta clase, porque las universidades deben estar separadas de la política. Es más, el propio estatuto de la UNLP dice eso: que hay que estar alejados de ideología, de la religión y apostar a la diversidad de ideas.

Como institución no se puede jugar con esto. Más que nada porque uno está representando a un montón de gente que no sabe cómo opina. Y yo, como decana, no puedo utilizar mi rol institucional para salir a apoyar a un candidato o un partido.

Lamentablemente, lo ideológico en los últimos años ha primado sobre lo meramente educativo. Desde que estoy en la universidad, nunca vi una cosa tan ideológica en todo el país.

La realidad es que todos somos gente grande que tenemos una historia, una profesión, y no podemos depender de alguien para mantenernos en algún lugar.