Ajustado triunfo para la sciolista Rosana Bertone en Tierra del Fuego

Entre el viento de Río Grande y las nevadas intermitentes de Ushuaia y Tolhuin, el 70% de los 132.000 fueguinos habilitados para votar participó ayer del balotaje en el que el kirchnerismo y la UCR se disputaban la sucesión de la gobernadora Fabiana Ríos.

En la provincia más joven del país, que apenas cuenta con tres ciudades (representando el 0,4% del padrón nacional), y que, hasta ahora, carecía de gobierno K, la sciolista Rosana Bertone -que en su campaña contó con el apoyo de Cristina Kirchner y del gobernador bonaerense y candidato presidencial Daniel Scioli- se impuso en un ajustado triunfo por el 49,7% de los votos sobre el radical e intendente de Ushuaia Federico Sciurano (UNIR TDF), que alcanzó el 46% y que durante la jornada denunció que los fiscales partidarios advirtieron sobre “problemas en algunas mesas con las boletas” al señalar que algunas de ellas no eran “adecuadas” para esta segunda vuelta; además de fustigar a su rival, por haber hecho “propaganda en las redes sociales” durante la veda electoral.

Fue evidente, ya en la víspera (dominada por una fuerte presencia de la agrupación ultrakirchnerista La Cámpora), el intento desesperado del oficialismo por asegurarse su primera elección en la provincia más austral y pequeña del país.

Se trasladaron hasta el fin del mundo José “Pepe” Scioli (hermano del gobernador); el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el secretario General de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro; y el camporista Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros dirigentes K. Para celebrar la victoria, como si fuera la última.