Al borde de la debacle por el dólar blue

La verde divisa rozó los 15 pesos en el mercado informal. En tanto, se usan cada vez más reservas del Banco Central para intentar mantener estable el dólar oficial. Nuevo dislate que evidencia la falta de un plan estratégico para revertir la crisis

La política cambiaria del gobierno kirchnerista no ha hecho más que sufrir derrota tras derrota a lo largo del tiempo, malgastando reservas vitales del Banco Central (BCRA) y que ha tenido como único logro hacer que la brecha entre el dólar oficial y el paralelo se incremente jornada tras jornada.

En la jornada de ayer, la divisa estadounidense mostró nuevamente una tendencia alcista trepando a más de 15 pesos durante buena parte de la jornada para cerrar en $ 14,94, estirando la diferencia con el dólar oficial a un 63%, lo que llevó al Banco Central a desprenderse de 90 millones de la verde divisa.

Una de las preguntas que sobrevuela desde hace tiempo en el ambiente económico argentino y que hace mella en el resto de la sociedad, es ¿por qué el kirchnerismo mantiene el dólar oficial barato, cuando los países vecinos como Brasil y Uruguay están devaluando? La respuesta a ello parece invisible hoy para la gente, pero a esto lo pagan todos los argentinos con las reservas del BCRA.

Al oficialismo poco parece importarle poner en riesgo la sustentabilidad de la economía nacional asumiendo un riesgo muy grande que insumen cientos de millones de la divisa norteamericana por mes.  Se están destinando entre 50 y 100 millones de dólares por día que salen de las reservas del Banco Central para contener  la cotización oficial y, a su vez, se destinan otros recursos del Estado, como los bonos dolarizados de la Anses, para intentar ponerle un freno a la suba del dólar blue.

La ausencia de un plan serio y concreto en materia monetaria, hace que el gobierno dependa cada vez en forma más creciente de los Swap chinos para sostener las reservas, debilitando las mismas de cara al corto plazo, lo que llevará a que se sufra un costo altísimo en materia social todavía inestimable que pone a la Argentina al borde del abismo.

Una cachetada al relato

La ficción oficial es tan grande que ha llevado a que desde el gobierno se niegue la existencia en el país de un cepo cambiario y sostienen a rajatabla un discurso que habla de las bondades del sistema financiero argentino y que las reservas del BCRA nunca han estado tan fuertes como ahora. Pero la realidad, le da una fuerte cachetada a las ambiciones oficiales. Lo que se ve hoy es que las restricciones a poder conseguir libremente la moneda estadounidense, lleva a que haya una fuerte crisis en el sector exportador e importador, que ha hecho que crezca el déficit fiscal y comercial, y las cuentas argentinas estén por el piso.

En este escenario, las políticas ejecutadas por el oficialismo no han logrado dar con una solución precisa y los problemas se agigantan. “Las medidas que han planteado desde el Ministerio de Economía que encabeza Axel Kicillof han sido insuficientes, y lo único que han logrado es que la brecha cambiaria se extienda cada día más y el Banco Central siga perdiendo reservas”, señala a Hoy, el ex Secretario de Hacienda de la Nación, Manuel Solanet. Según el economista, “están paralizadas las ventas de divisas para los importadores, donde muchos empresarios e industriales necesitan repuestos para sus maquinarias y no lo pueden importar, mientras tanto en dólar ahorro se gastan millones de dólares por mes para frenar la suba del paralelo, que perjudican a la producción e industria nacional”.

“El gobierno niega este tema del dólar paralelo y del consumo innecesario de las reservas del Banco Central, porque tienen que mostrar tranquilidad social, pero la realidad es otra. A pesar de las palabras que lanzan diciendo que no les preocupa esta suba del dólar blue, la verdad es que le dan mucha importancia al tema”, subrayó Solanet. Escenario preocupante el que vive la Argentina hoy día, con un país estancado y sin crecimiento, con reservas del BCRA a la baja y con un pronóstico preocupante para el futuro cercano, que sumerge a la economía nacional a un precipicio del que puede desbarrancar en cualquier momento.