Amigos son los amigos

La construcción de un complejo habitacional –que demandará más de $35 millones- volvió a poner de manifiesto los vínculos de Randazzo y sus funcionarios con empresas  y empresarios que hacen negocio con la obra pública

En los últimos días, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, intentó bañarse con agua bendita, como si fuese un recién llegado al gobierno K; impulsando una denuncia por presuntos actos de corrupción con los subsidios que son destinados a empresas de colectivos.  Al mismo tiempo, sigue queriendo hacer creer que, con la compra de trenes a China, se pondrá en marcha una “revolución ferroviaria” en nuestro país, cuando muchas de esa formaciones por el momento no pueden ser utilizadas porque no entran en los andenes y deben ser adaptadas.

Ahora bien, mientras monta esa suerte de cortina de humo, el ministro se cuida de no hablar de lo que sucede en su pago chico, Chivilcoy, donde política y negocios que no son transparentes parecen ir de la mano.

Complejo Federación

A mediados de los años ´80, en Chivilcoy, se ideó un proyecto ambicioso: la construcción de un complejo de viviendas para hacer frente al déficit habitacional en el distrito. En aquel entonces, la obra fue adjudicada a la empresa Alegre Pavimentos S.A-Estruc-Horm S.A, cuyo dueño era el fallecido Antonio Alegre, quien se hizo famoso por haber conducido el club Boca Juniors junto al banquero comunista Carlos Heller, quien actualmente es diputado ultrakirchnerista. 

El lugar elegido para hacer el denominado “Complejo Federación” fue un predio donde se levantaba un estadio de fútbol, que debía ser trasladado a la periferia del distrito, a pocos metros de la Ruta 30.

El complejo habitacional se comenzó a construir, pero quedó a mitad de camino. Numerosas familias habrían sido estafadas al haber pagado por una vivienda que jamás recibieron y, lo que iba a ser el nuevo estadio de fútbol, quedó reducido a las bases de una tribuna de cemento. 

Hoy las estructuras a medio hacer de ese complejo sobresalen y desentonan en una ciudad donde, desde hace algunos años, no se permite construir inmuebles de más de tres pisos. En su momento, se habló acerca de que la obra en cuestión tenía serias falencias, poniendo en duda el estado de los cimientos. Y hasta se llegó a escuchar que se debería proceder a la demolición.

En 2009, durante una visita al distrito del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, acompañado por el entonces intendente, el randazzista Ariel Franetovich, se anunció la reactivación de la obra con fondos nacionales. El gobierno se comprometió a destinar más de 35 millones de pesos para la terminación de 231 viviendas. 

Franetovich actualmente es titular de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado, dependencia que forma parte del Ministerio del Interior, y quiere volver a conducir el municipio en 2015 de la mano de su jefe político, Randazzo. 

Ahora bien, lo que en un principio podría haber sido una obra positiva para los habitantes de Chivilcoy, se está convirtiendo en un turbio negocio. Según pudo saber Hoy, como arquitecto a cargo de la obra del complejo se designó a Carlos Timpone que, no por casualidad, es socio de Gisela Franetovich, la hermana del exintendente, en la empresa Creativo Desarrollos Inmobiliarios S.A. 

En Creativo Desarrollos Inmobiliarios también interviene Claudio Andreoli, integrante de una familia de productores agropecuarios que han constituido una suerte de imperio empresario (ver Socios y negocios del ministro K), y Leonardo José Lipera, quien fuera socio de Randazzo hasta 2005 en la empresa Camicar SRL, dedicada a la fabricación de helados artesanales. Actualmente, tal como lo informó nuestro diario en su edición del miércoles pasado, en el domicilio de Camicar funciona la heladería Trapani.  

El año 2012, cuando se retomaron las obras del complejo habitacional, el entonces intendente Aníbal Pitelli, que renunció días atrás para sumarse al gabinete de Randazzo, reconoció que Franetovich “trabajó como nadie para que este día finalmente llegue, quien tuvo incontables reuniones para poder destrabar esto”. Actualmente, en el predio, está colgado un cartel celeste, de amplias dimensiones, con la cara de Cristina Kirchner, el nombre de varios funcionarios nacionales (entre ellos Randazzo) y el rótulo: “Terminación del Complejo Federación”

Cabe destacar que, en los registros de la AFIP, Gisela Franetovich figuraría como una simple monotributista categoría B, es decir, facturaría menos de 2000 pesos por mes, afrontando distintos juicios de apremio iniciados por ARBA por no haber pagado la patente de sus vehículos y el Impuesto Inmobiliario. 

Según pudo saber Hoy, en Chivilcoy nadie sabe que Gisela haya realizado, alguna vez, actividades que tengan que ver con la construcción y la arquitectura. De ahí la sospecha de que, el lugar que ocupa en Creativo Desarrollo Inmobiliario, tenga que ver con algunos intereses de su hermano. Asimismo, distintas fuentes consultadas por nuestro diario, también vinculan al exjefe comunal con la construcción de un hotel cuatro estrellas sobre la avenida De Tomaso. Un dato llamativo es que en el cartel de obra figura el estudio de arquitectura de Claudio Legnani, quien fue Secretario de Obras y Servicios Públicos de Chivilcoy y luego pasó a desempeñar funciones en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, que hasta fines del año pasado estuvo a cargo del propio Franetovich.

El titular de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias también tiene algunos problemas judiciales ya que la Caja de Previsión Social de Abogados le inició una demanda en el año 2012 en Mercedes.

“Derecho moral”

Pese a que numerosas familias que habían adquirido inmuebles en el Complejo Federación fueron estafadas, la autoridades municipales ni siquiera las tuvieron en cuenta. Incluso reconocen que sólo le asiste el “derecho moral a tener la posibilidad de adjudicación porque ya no existen derechos legales para la adjudicación de los 231 departamentos”. Una muestra más de que los negocios que se tejen desde la política, en Chivilcoy, poco tiene que ver con las necesidades de la gente.