Amplían el cepo y complican a la gente

El kirchnerismo decidió ampliar el cepo cambiario impuesto en 2011 y aumentó las restricciones para los importadores y empresas. Advierten por los problemas que la medida trae a la vida cotidiana de los argentinos

La merma en las reservas del Banco Central y la imposibilidad de conseguir dólares del extranjero, lleva al gobierno a meter mano nuevamente sobre la economía, en este caso, ampliando el cepo cambiario que fuera impuesto por el inefable Guillermo Moreno en 2011.

Las autoridades económicas dispusieron restricciones para los importadores y empresas, reduciendo el plazo máximo previsto para demostrar el ingreso aduanero de los bienes en caso de pagos anticipados de importación, de 365 días a 120 días. Además, el Central dispuso limitaciones para autorizar ventas de cambio aplicables a repatriación de inversiones directas en el sector privado, complicando a los capitales que invierten en el país.

En diálogo con Hoy, Ricardo López Murphy, exministro de Economía de la Alianza, sostuvo que con estas resoluciones, el gobierno “avanza sobre más controles, y no es raro que hagan eso porque han venido endureciéndolos desde hace treinta y pico de meses, sin resultado alguno, ya que se perdieron más reservas y se ha dañado al Banco Central teniendo que salir a auxiliar las finanzas oficiales y a la economía argentina”.

El cepo cambiario trajo polémica desde el momento mismo de su creación. “Desde hace tiempo que vengo considerando que el cepo cambiario impuesto por el gobierno kirchnerista es un enorme impuesto al ingreso de recursos a la Argentina y un monstruoso subsidio que favorece la salida de esos recursos al extranjero”, afirmó López Murphy.

El actual presidente de la Fundación Cívico Republicana, remarcó que ”se puede salir del cepo de un día para el otro, pero para eso se necesita un nivel alto de reservas, y luego de la salida de Juan Carlos Fábrega que era el único que ponía algo de racionalidad entre los funcionarios económicos, todo indica que las reservas en vez de mantenerse o subir, van a continuar cayendo”.

A pesar de lo que creen muchos, estas medidas surtirán efecto en la vida diaria, ya que como mantienen diversos especialistas, esto se sentirá en la mayor cantidad de dinero que se precise para comprar productos que la Argentina no produce, así como también en la calidad de los artículos que se consume.

El freno impuesto a las importaciones impactará de lleno por ejemplo en la oferta de productos tecnológicos, área en donde la Argentina se encuentra en el fondo de Latinoamérica, ya que es el país donde más salarios por persona se necesitan para adquirir elementos de la última tecnología.

Pero también se sentirá en los remedios, en las frutas y verduras, en el calzado, las prendas de vestir, las telas sintéticas, los libros, los jabones y ceras, entre otros productos que la gente consume en forma cotidiana y que con estas medidas puede verse restringido su acceso por parte de la sociedad. El gobierno tiene un enorme problema de divisas que no lo está pudiendo resolver. Argentina tiene el doble efecto de haber hecho caer su tasa de inversiones y haber aumentado la tasa de fuga de capitales. En ese contexto, la situación cambiaria del gobierno es sumamente preocupante de cara al corto y mediano plazo.

Atrapado sin salida

El cepo cambiario fue una medida que Guillermo Moreno le “vendió” a la presidenta Cristina Fernández luego del triunfo electoral de 2011, y que con el correr del tiempo se ha mostrado sumamente ineficaz para solucionar los graves problemas por los que atraviesa la economía nacional.

La situación lleva a que desde distintos sectores políticos se piensen en salidas a esta situación. Especialistas consultados por Hoy se encargan de remarcar que de esto no se sale ni con medidas milagrosas ni con estrategias de endeudamiento salvaje, que son cosas que están planteando algunos opositores como Sergio Massa.

Desde el Frente Renovador se asegura que se puede salir del cepo en 100 días y volver a los mercados a pedir dinero de cualquier manera, pero si se sigue esta tesitura, lo que se hace es endeudar en dólares a aquellos que no pueden ahorrar en dólares, que son los sectores populares, para garantizarle dólares a aquellos que sí tienen acceso a ellos, los sectores más concentrados de la economía. 

La solución a esto señalan, tiene que ser no a costa de transferirle mayores sufrimientos a los sectores populares, sino que debe ser pensada en su conjunto como una estrategia común que sirva para devolver confianza y previsibilidad a la Argentina.