Aunque le dieron la domiciliaria, Etchecolatz seguirá preso

La Justicia Federal de La Plata concedió ayer el arresto domiciliario al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, condenado a cuatro reclusiones perpetuas por delitos de lesa humanidad durante la Dictadura, en medio de fuertes reclamos para que el beneficio no le sea otorgado.

De todas maneras, la medida no se hará efectiva en lo inmediato por una decisión de primera instancia que le impide tener ese beneficio. La decisión la adoptó el Tribunal Oral Federal 1 (TOF) de La Plata, luego de hacer lugar a un pedido de la defensa del exjefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense.

Por el momento, el ex jefe de la Policía durante la dictadura permanecerá detenido por otras causas. Actualmente cumple varias condenas a reclusión perpetua por delitos de lesa humanidad y genocidio cometidos durante esos años y es el principal sospechoso de la desaparición del testigo Jorge Julio López en 2006, del cual se cumplen 10 años este 18 de septiembre. 

El represor, de 87 años, se encuentra alojado en el Hospital Penitenciario de Ezeiza realizando una huelga de hambre, lo que aceleró el planteo de sus defensores sobre su situación de salud, la hipertensión que padece y el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.

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