Berazategui: oscuros antecedentes de una empresa ligada al poder

En medio de una movilización de militantes rentados, la presidenta Cristina Fernández inauguró ayer el nuevo edificio municipal de la ciudad de Berazategui, junto al intendente Juan Patricio Mussi.

En casi todo lo que realiza el kirchnerismo, se esconde un negocio oscuro. Por ejemplo, la empresa Defibe S.A, encargada de llevar adelante la construcción del nuevo palacio municipal, arrastra pésimos antecedentes que deberían no permitirle acceder a contratos millonarios con el Estado.

Defibe S.A., que significa Depósitos Fiscales Berazategui, es una firma cuyas cabezas visibles son Germán Esteban Piaggio y Gustavo Avelino Gallardo, ambos con estrecha llegada al poder político del conurbano bonaerense. Cuentan en Berazategui, que a través de la gestión de los Mussi, tanto de Juan Patricio como de su padre Juan José, a dicha empresa se le habría dado gran cantidad de tierras fiscales para llevar adelante diversosproyectos, a cambio de la construcción del actual Concejo Deliberante.

Ahora bien, una de las características esenciales de Defibe S.A., es que es una empresa a las cuales las irregularidades le saltan por todos lados. Por ejemplo, según los registros del Banco Central, la empresa posee un total de 38 cheques rechazados por no tener fondos, por un monto de 889.327,34 pesos, marcando el real estado de la firma que cuenta con la protección política de los Mussi. Difícilmente, cualquier empresario sin vinculaciones políticas pueda acceder a contratos con el Estado arrastrando estos antecedentes.

A esta situación hay que sumarle que el vicepresidente de Defibe S.A., Gustavo Avelino Gallardo, tiene un total de 45 cheques rechazados en el BCRA, por un total de 991.987,34 pesos, haciendo de la empresa un combo poco destacado para los negocios.

Conexiones poderosas
Gallardo tendría una relación muy cercana con el director de la Unidad Ejecutora del Bicentenario, Javier Grosman, por la cual habría ingresado con distintos stands y trabajos a Tecnópolis, la feria de ciencia con la cual el kirchnerismo ha intentado hacer propaganda política.

La empresa encargada de llevar adelante estos actos es Show Service S.A., dirigida por Gallardo, que sólo en el año 2014 habría recibido 6 millones de pesos por la provisión de estructuras que sirvieran para montar y desmontar los diferentes escenarios que hay en la feria. Distintas voces del gobierno incluso advierten que a esta firma se le habría dado otros contratos en Tecnópolis por valores superiores a los 20 millones de pesos.

Show Service S.A participó también en los festejos del Bicentenario que organizó el gobierno nacional en el año 2010 y fue la empresa que el procesado vicepresidente Amado Boudou contrató para su primera apertura de sesiones en el Congreso.

Como puede verse, tanto Defibe S.A. como Show Service S.A., tienen amplias conexiones con el poder político, principalmente ligados al kirchnerismo, lo que les ha servido para hacer crecer las empresas con cuantiosos contratos con el Estado en todas sus vertientes, lo que ha significado que sus ganancias hayan crecido en forma exponencial y los controles hayan sido casi nulos.

Privilegios del poder

Uno de los beneficios que ha tenido a lo largo de los últimos años la empresa Defibe S.A., ha sido el de contar con una rápida habilitación por parte de la Dirección General de Aduanas, que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), para poseer un depósito fiscal.

El depósito fiscal es un destino casi obligatorio de toda mercadería que debe ser importada o exportada, por lo tanto es un concepto fundamental para las actividades del comercio exterior. De acuerdo con la Resolución 3343/94 de la Administración Nacional de Aduanas (ANA), se consideran depósitos fiscales a los locales, instalaciones y plazoletas destinados para el almacenamiento de mercaderías.

Estos ámbitos están habilitados para la realización de operaciones aduaneras o para ejercer el control aduanero hasta que se concrete la destinación correspondiente.

Originariamente, su nacimiento se debió a la falta de espacio en las zonas portuarias para la ubicación de mercaderías y se encuentran ubicados dentro de la zona primaria aduanera.

Este privilegio que sólo tienen pocas empresas en la Argentina, se estima que son alrededor de 75 las firmas que cuentan con esta habilitación, habría sido hecha velozmente por las autoridades nacionales debido a las fuertes influencias que habrían ejercido personajes políticos muy importantes del ámbito local.

Negocios son negocios

Quienes conocen de cerca la política berazateguense, remarcan que Defibe S.A. y sus dueños, Piaggio y Gallardo, tendrían injerencia en otros negocios relacionados con la municipalidad que comanda Juan Patricio Mussi, que irían más allá de la construcción del nuevo edificio comunal.

Según cuentan distintas voces locales, Gallardo y Piaggio estarían vinculados a una empresa de iluminación, escenarios y sonido que está ubicada muy cerca de la municipalidad y que trabajaría para los grandes eventos que suele realizar la comuna en épocas de elecciones.

Además, se los vincula con supuestos negocios en otras ramas que tendrían injerencia dentro de los mini parques industriales lanzados en los últimos años por la gestión Mussi, y que según distintas versiones, sólo habrían servido como pantalla para efectuar oscuras maniobras impositivas.

Para muchos resulta llamativo que una empresa a la que pocos conocen, como lo es Defibe S.A., que ni siquiera cuenta con una página web donde se explique la labor que llevan adelante, se termine adjudicando las obras más importantes de un municipio con amplia incidencia en la Tercera Sección Electoral de la provincia, como lo es Berazategui.